A cuatro años del fallecimiento de "Cacho" Saccardi me gustaría acompañar este humilde homenaje con el siguiente recuerdo:
Ferro se hallaba seriamente comprometido con el promedio, estaba practicamente mas descendido que agarrado a la categoría, nadie quería hacerse cargo de la conducción técnica del equipo, hasta que apareció nuestro querido Cacho Saccardi que junto al Mago Garré se hicieron cargo de la misma. Al poco tiempo y viendo que los resultados no eran muy alentadores, y tal vez por esas cosas del futbol y de la vida, el Granate le ofrece la conducción técnica a ambos, de resultas de lo cual Garré acepta y se va a Lanús pero el Gran Cacho Saccardi responde negativamente alegando que su corazón es verdolaga y está en Caballito junto a Ferro.
Así fue que se quedó solito con la conducción técnica del equipo logrando ese año salvar a Ferro del descenso, y como si esto fuera poco en un partido inolvidable ganarle al River de Ramón Díaz en el mismísimo Monumental 2 a 2, y SI digo ganarle dos a dos, porque Ferro ganaba 2 a 1 y cuando el partido debió finalizar con los justos dos minutos normales de alargue, el árbitro dejó jugar casi diez minutos para facilitarle al equipo de Nuñez, el que después sería el empate gallináceo.
Es el día de hoy que a veces vuelvo a ver las imágenes de Cacho Saccardi festejando el segundo gol de Ferro y la que era casi la segura victoria del verdolaga y no puedo menos que emocionarme cuando lo veo a Cachito revoleando su saco por el aire, gritando como si el gol lo hubiera convertido el mismo, abrazado con todo el equipo...que increíble...Ferro no sólo se estaba salvando del descenso, sino que además se daba el gusto de mojarle la oreja a los grandes!!!
Esa fuerza, esas ganas, esa fibra que transmiten los buenos técnicos, así como lo hiciera Saccardi, es la que hace que hasta el equipo mas pintado deje la vida en la cancha para obtener un resultado que haga historia y que después de muchos años sea recordado una y otra vez por el hincha en la clásica reunión de amigos en la mesa de un bar, donde el recuerdo troca en emoción y donde las lágrimas vuelven a erizar la piel permitiendo que el canto de la hinchada se haga presente nuevamente en los oídos del viejo verdolaga.
A nuestro querido Gerónimo "Cacho" Saccardi el recuerdo y el agradecimiento permanente de los que amamos el futbol, en especial ese que sale de allá...de Avellaneda y Martín de Gainza, del querido barrio de Caballito, de la querida camiseta verde, del querido tablón, de ese club al que un día me llevaron los viejos y del que nunca me fuí.
EL VERDEBETO.
Un CACHO de Ferro
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