El futuro del CASLA

| viernes, mayo 23, 2008


En la noche de ayer, el Club Atlético San Lorenzo de Almagro quedó fuera de la Copa Libertadores ante el sorpresivo equipo de Edgardo Bauza, la Liga Deportiva Universitaria de Quito, equipo en su mayoría conformado por ignotos jugadores y otros fracasos made in Argentina (Manso, Bieler, etc). En un partido que claramente fue favorable al conjunto local, que tuvieron las 1.000 y 1 chances de gol pero no pudieron convertir (aunque producto de una expulsión a los 30 minutos injusta del Chaco Torres) el conjunto de Ramón Díaz no sólo recibió el golpe de estar 0-1 antes de la expulsión, sino que lo empató en el segundo tiempo con un jugador menos. Pero ahí murieron las piernas: la altura se sintió (y la historia, parece, también). Y se limitó a aguantar con defensores sacando pelotas en las líneas, y volantes que no podían correr más. Pese a todo, llegaron a los penales, y ahí, a Ramón se le hizo una sonrisa, que expresaba la satisfacción de haber llegado donde él quería: en los penales, se sentía ganador. Pero el fútbol es sorpresa, y sorpresas te da la vida (?). Lamentablemente por ser un equipo argentino, San Lorenzo se quedó afuera luego de que el paraguayo Aureliano Torres errase su correspondiente penal. Se había acabado el sueño azulgrana, de Ramao, de D´alesandro (o Dale-Sandro para los amigos (?)) Savino, Tinelli y el grupo de inversores que pusieron el dinero para poder traer jugadores de talla europea, como Bilos, Bergessio, D´alesandro, Menseguez, Romeo, etc.

Más allá de este infortunio de haber quedado afuera del gran objetivo del Semestre, un objetivo que se buscó con uñas y dientes (sino basta ver las hazañas contra Potosí en la altura, contra River en el Monumental, y casi casi contra Quito en la altura nuevamente) mi preocupación va más allá del presente. Todos conocemos la historia de Racing y el crítico momento institucional que vive hace una década, aproximadamente. Idas y vueltas, nunca pudo tener esa tranquilidad para los hinchas o para los jugadores de que "la casa estaba en orden". Así y todo, salió campeón, es cierto, pero todos recordamos los arbitrajes de ese dudoso campeonato.

Teniendo en cuenta el tamaño de las inversiones que se realizaron en todo este proyecto conjunto de Savino-Ramón-Tinelli-otros inversores, trayendo a jugadores como: Romeo, Bilos, Menseguez, Bergessio, D´alesandro, Aguirre; y antes, habiendo traído y renovado el contrato de uno de los entrenadores con mejor sueldo actualmente, Ramón Díaz (más sus hijitos) me pongo a pensar: ¿como va a hacer para pagar todo esto sin tener el dinero de la Copa? La gran apuesta era ganarla, y recuperar parte de esa inversión, sino toda. Ahora: ¿como se las arreglará San Lorenzo para no sufrir el impacto de un descalabro económico y financiero? No es una exageración: esto se viene hablando desde que empezó el ciclo. San Lorenzo gastó demasiado dinero en un objetivo que podía llegar como no (la Copa Libertadores, se sabe, no es para cualquiera) y ahora, sinceramente, creo que va a acusar el golpe en sus arcas más que nada. Varios jugadores, sin nada por lo que pelear, deberán irse, y tal vez el técnico. Entonces: ¿quién cuidará de San Lorenzo cuando todos los inversores, Tinelli y todo el mundo que se acercó por el negocio que significaba un San Lorenzo campeón de la Libertadores en su Centenario desaparezcan? Tengamos cuidado, sino en un par de años nos podemos encontrar con un Azulgrana S.A...

Champions League: La Gran Final

| miércoles, mayo 21, 2008


Sí, señores, por fin, llegó el día en el cual se disputó la final del torneo de clubes más apasionante del mundo; a su lado, la Copa Libertadores, la UEFA, el Mundial de Clubes y otros torneos parecen cosa de purretes. La Copa de Campeones reunió, a lo largo de la temporada, a los mejores equipos del continente europeo, con todo el poderío económico y la talla de jugadores que simbolizan. Y como corolario para este gran torneo, se enfrentaban en el último partido el Manchester United de Carlitos Tévez y C. Ronaldo, y el Chelsea de Drogba, Ballack, Terry y compañía. Ambos equipos con excelentes jugadores, con excelentes sueldos (?) y con excelentes antecedentes. Se habían enfrentado hace poquito, por la Liga Inglesa, con resultado 2-1 favorable para el Chelsea; sin embargo, la Liga se la llevó en la última fecha el Manchester de Ferguson. Ahora, la cosa era diferente: un partido a matar o morir.

De un lado, los Diablos Rojos. Oriundos de Manchester, el equipo de Sir Alex Ferguson (una leyenda ya en el club, 22 años ininterrumpidos a cargo del plantel profesional) se destacó a lo largo de todo el torneo por el buen trato del balón, la predisposición para atacar, el sacrificio de sus jugadores dentro del campo de juego, y fundamentalmente, por tener al Mejor Jugador del Mundo actualmente: Cristiando Ronaldo. Un tipo que sin ser delantero neto, es el goleador del equipo, que ha hecho goles muy importantes en las diferentes fases de la Copa (incluso en esta final) y que demostró que aquellos que lo acusaban (acusábamos (?)) de firuletero tienen que tomar mucha sopa todavía. Además, los puntos fuertes en la delantera se centraban en el siempre sacrificado Calito´ Tévez y Wayne Rooney, jugadores de características muy parecidas, que se complementan a la perfección. Autitos chocadores, pero en el buen sentido (?).

Del otro lado, el equipo del israelí Avram Grant, con figuras de la talla de Ricardo Carvalho (uno de los mejores centrales del mundo) Essien (de mal partido) Ashley Cole, Terry, Makelele (un tractorcito) Ballack, y, sobre todo, la persona de Didier Drogba. Sí, aquel moreno y corpulento jugador que enfrentó a la Argentina en la pasada Copa del Mundo no sólo sabe aguantar la pelota y actuar de pivote, sino que también sabe con la pelota, y le pega como los dioses. Hoy careció de esa fortuna que tienen los grandes para conseguir cosas importantes. Además, en el banco tenía jugadores de la talla de Anelka, Shevchenko, etc. Sin apostar al jogo bonito, el equipo de Londres siempre se caracterizó por ser un conjunto duro, aguerrido, que no regaló nada en toda la Copa, y que hizo los goles en los momentos justos.

Del partido, sinceramente, poco hay para comentar. Empezó todo muy lento, con el Manchester teniendo un poco más la pelota pero sin generar peligro. Sin embargo, el gol llegó rapidito: a los 26 minutos, Brown lo vió a C. Ronaldo, se la puso en la cabeza, y el portugués clavó un cabezazo bárbaro. 1-0 y los de Manchester dominaban el encuentro. Pero en el fútbol, todo es extremadamente cambiante, y así como se puso en ventaja, a los Rojos se lo empataron de la mano de una jugada muy desafortunada, en la que un tiro sin demasiado peligro rebota en Ferdinand, le queda a Lampard, y éste no perdona. Justo después el árbitro marcó el final del primer tiempo, con los equipos igualados en uno.

El segundo tiempo fue absolutamente del equipo del israelí Avram Grant. No sé que habrá dicho en la charla técnica, pero los de azul salieron como una tromba, y se llevaron al Manchester por delante. Por un lado, por el otro, por el medio, a Drogba no lo podían parar con nada; sin espacio, le pegaba al arco, pivoteaba, encaraba. De todo hizo el moreno. Sin embargo, por esa diosa fortuna que hoy no estuvo de su lado, la pelota pegó en el palo pero no entró.

El partido fue al alargue, y en éste, lo más destacable fue la viveza de Tévez para hacer expulsar al marfileño Drogba, luego de que éste le pegara un cachetazo al serbio Vidic. ¿Por qué digo que él lo hizo expulsar? Porque sabido es que el Apache viene de un lugar en donde si no sos vivo, no durás ni 20 segundos, y en ésta, fue "sacando del partido" un poco a los de Londres, obteniendo como resultado la expulsión de uno de ellos. ¿Picardía o mala leche? Me inclino por la primera.

Todo fue a penales, en donde Tévez la metió, Cristiano falló, y Terry lo tuvo para liquidarlo, pero a lo Costacurta en la Copa Intercontinental ante Boca, se resbaló y la pelota se fue por el costado izquierdo de Van der Sar. Ahí, el Manchester no perdonó: Van der Sar se lo tapó a Anelka, y andá a cantarle a Gardel. El Manchester United era campeón de la Champions League.

La injusticia hecha carne

| domingo, mayo 11, 2008


En el día de ayer, Racing empató, tibiamente, ante Argentinos Juniors, como local, por 1-1. Más allá de este detalle, el tópico de este escrito apunta a otro lado, y es el lado de la memoria y la injusticia.

No hace mucho tiempo, Maxi Moralez fue vendido a Rusia (quién sabe a qué equipo, si lo único que simbolizan son la plata, y la pérdida de ideales futbolísticos) bajo el gran pesar del por entonces técnico de la Academia, Gustavo Costas, que veía irse sus ideales de "campeonato" (por cierto, bastantes ilógicos) detrás de un fangote de dinero. Sin embargo, la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, y Maxi volvió un día, a esa Avellaneda de sus amores, para intentar salvar a Racing del descenso. Semanas antes de que la vuelta del "Enano" hubiese sido confirmada, desde el entorno de Racing (empezando por el propio DT en ese entonces, Miguel Angel Micó, que se jactaba de "saber llevar a los chicos") comenzaron a cargar sobre la mochila de Moralez un peso difícil de absorber para un jugador extremadamente joven. En los medios, las únicas noticias sobre Racing se basaban en él y en lo "diferente que era" (palabras de Micó) algo que seguramente ayudaría y con creces a salvar a Racing del descenso. Por poco, no se le aplicaba el mote de "salvador" a un chico, que tuvo como único pecado jugar bien al fútbol. La cuestión es que este chico (que no es más que eso) volvió a Argentina, sólo para sufrir parece. Después de varios partidos en bajo nivel, y de que esto siguiese, en el día de ayer se escucharon insultos para un pibe que dejó siempre la vida por Racing, más allá de algún interés económico lógico que quiso cubrir (quién no lo quiere) y después de rechazar jugosas ofertas económicas que ofrecía, por ejemplo, un club financieramente en su esplendor como Vélez Sarsfield, sólo para ayudar a su Racing a salir del descenso. Uno no espera que la gente aplauda a rabiar cuando jugadores del talento de Maxi no lo expresan dentro del campo de juego, pero tampoco puede tolerar que luego de aclamarlo tanto tiempo, cuando las papas queman y TODOS los jugadores de Racing son un DESASTRE (Chatruc, Bastía, Sánchez, Sosa, Mercado, Sava, Avalos, el ex jugador Estévez, ¿como se puede jugar al fútbol con esto?) se critique siempre al talentoso. Porque se ve clarito que, si Bastía mete, se lo ovaciona y se toma su imagen como la imagen del tipo que "pone todo por Racing", pero si Moralez hace un jugadón bárbaro y convierte un golazo, y al partido siguiente juega mal, ya se lo va a empezar a insultar. Algo que pasa en todos lados, es cierto, pero que se potencia con el fantasma del descenso.

A lo que voy es simple: cuando la situación es complicada, es fácil buscar un chivo expiatorio. Los hinchas de Racing deberían estar agradecidos para con Maxi Moralez, que eligió volver a un club destruido como Racing (que ni club es) e intentar ayudarlo; deberían estar agradecidos de que les haya hecho ganar tantos partidos anteriormente, y de tener un jugador de su talento en el plantel. Si Racing juega mal, no es solo culpa de Moralez. Basta de ser intolerantes y cuadrados...

¿Passarella reloaded?

| viernes, mayo 09, 2008


Al finalizar el partido en la noche de ayer, en virtud del cual River quedó eliminado de la Copa Santander Libertadores a manos del San Lorenzo de Ramón, en un partido increíble (quedará en la historia, sin dudas) con 2 jugadores más y la clasificación en el bolsillo, me quedé estupefacto ante una reacción de uno de los protagonistas del partido.

Habían pasado varios minutos desde la finalización del partido cuando por la puerta que da al sector de conferencia de prensa asomó la figura de Diego Simeone. Como un fantasma, entró, se sentó en la silla, y luego de que se escuchasen varias preguntas en el aire, él se limitó a decir que "asumía toda la responsabilidad por la derrota y estos 3 partidos en general" y que "correspondía salir a hablar porque no lo hice luego de la derrota con Boca". Sin mucho más, y con una cara de apesadumbrado que pocos podremos olvidar, el ex Racing se levantó, se dirigió a la puerta, y no se lo volvió a ver.

Sin ser ni fundamentalistas del éxito ni exitistas en sí: ¿a quién nos hace acordar? ¿Cuál fue el último DT de River que, sin aceptar preguntas de la prensa, salió a decir unas palabras que luego condenaron su futuro riverplatense al mando del equipo? Sí, acertó señor lector: Daniel Alberto Passarella. En aquella conferencia de prensa épica, donde el alguna vez caudillo hipotecó su continuidad en el club ¿de sus amores? se reflejó lo que pasó ayer con Simeone. ¿Por qué digo esto? Por mucho tiempo este partido va a ser recordado como una de las gallineadas más grandes del Siglo XXI. Dos hombres más, dos goles arriba, los jugadores del equipo rival a punto de irse expulsados en fila; sin embargo, nada de esto valió, porque enfrente estaba Ramón Díaz. El conjunto de River gallineó (nunca mejor utilizado este verbo made in Argentina) y perdió la clasificación. Es algo que a los hinchas de River les va a quedar como una marca en el corazón, y que los demás hinchas del fútbol argentino le van a recordar por mucho tiempo. Para colmo, la comparación con Boca es casi inevitable: ver como de un lado un equipo como el xeneixe se saca de encima sin problemas, y en un tiempo, a un rival de temer como el Cruzeiro, en Brasil (hasta Palacio metió un gol!) y del otro lado a un River que tenía todo servido, pero no lo logró.

Sin exagerar, me parece que es el fin de Aguilar...

Apostillas del superclásico.

| martes, mayo 06, 2008

Y las críticas le llovieron al Cholo. Regueros de tinta para hablar de cambios y planteos. Tan poco dejó el superclásico y tan grande es el espacio que los medios le brindan. Entre otras cosas, un diario es el conglomerado de noticias del día anterior pero también un espacio que debe ser llenado y no puede achicarse si hay menos noticias. Y pareciera que en directas proporciones decrece el nivel futbolístico de nuestro medio en simultáneo al crecimiento de las coberturas periodísticas que, de esta manera, terminan ensayando sobre dimes, detalles y diretes. Porque Boca y River, en medio de los días que definen el semestre, los sabrosos premios por copas y la estabilidad de los entrenadores tuvieron que encontrarse cara a cara.

Y, como era de suponer, salieron a no regalar nada, a no perder, incluso a no desentonar. Así salió un partido olvidable que ni dejó fotos para el análisis, con mucho público, con dos símbolos devaluados (Riquelme y Ortega), con muchos chicos y jugadores en dudoso estado físico, tal el calendario de exigencias.

Dadas las cosas, el periodismo de los lunes le cayó sin piedad a Diego Simeone analizando certeramente con los resultados puestos y los afiches ya impresos.

Incluso en nuestra crónica del partido dijimos que Ríver se equivocó. Porque era un partido para el overol que se puso Boca y no para el elegante sport que eligió Ríver. Aquí, Buonanotte, Alexis Sánchez y Ariel Ortega: lo mejor que tiene Ríver, un chico de 17 años que mide 1.60, el chileno que se enreda con la pelota y el burrito entre copa y copa. No nos engañemos: esto es Ríver. Sin embargo el Cholo apostó y sólo puede decirse que acertó o no acertó después de tirada la pelota, el lunes. Pero puede discutirse si la apuesta tenía o no buenas probabilidades de éxito. Porque se sabía que Boca saldría con la lija y el overol a pelear en una Bombonera repleta que sólo tuvo 2700 localidades visitantes. Y entonces Simeone, acaso pensando que jugar un partido áspero de visitante era demasiado peso, eligió el tiki taka y jugó con los recursos disponibles. Ganó Boca. Embocó un centro al minuto 14 y cerró el arco. Pero el proyecto de Simeone fue jugar antes que luchar, embocar y poner nervioso al rival, apostó a que salieran las primeras jugadas, a que los pibes se agrandaran, a que Boca pegara y así manejar la temperatura de un partido que hasta empatado venía bien.

Dijimos también en la crónica que Ríver falló justamente porque los intérpretes no estuvieron a la altura del proyecto. ¿Fue un proyecto equivocado? ¿Debió salir más conservador? ¿Debió jugar Ferrari para proyectarse? ¿Debió incluirse a Abreu como titular para tirar centros a la olla? El lunes se va a decir que sí pero la respuesta se necesita el domingo, un rato antes de empezar el partido, cuando los periodistas todavía no escribieron una letra.