De Prima

| domingo, mayo 21, 2006


Sí, Tomba, sí, creelo. Ponete anteojos, hacé la vertical, miralo como quieras. Estás en Primera.
Luego de un apasionante primer encuentro, en el que los equipos habían igualado 1-1 (en el partido jugado en Mataderos), Godoy Cruz y Chicago se jugaban el pase a Primera. A priori, el más embalado parecía Chicago, por el envión anímico que le había dado empatar el partido que empató con 2 hombres menos, un penal que no fue y muchas dudas por parte de Lunati. Pero como todos sabemos, en el fútbol hay que jugar los partidos...
El partido empezó caliente: Carranza avisaba, el Tomba contestaba. La pelota iba sin demasiado control de un lado para el otro, y Chicago parecía mejor afirmado. Un partido que se jugaba (como diría el querido Cholo) "con el cuchillo entre los dientes". Ninguno regalaba nada, y la pierna fuerte abundaba. Hasta que Villar la colocó contra un palo, y Godoy Cruz festejaba: estaba adentro de Primera. Igualmente, al partido le faltaba, y Chicago no se iba a quedar de brazos cruzados. A partir de ahí, sin embargo, el equipo mendocino comenzó a manejar mejor la pelota, a tratar de tenerla más y a no darle chances al Torito. Chicago se empezaba a desesperar, porque el reloj corría, y nada sucedía. Hasta que en el segundo tiempo, en una contra letal, Simón hizo una patriada por izquierda, cambió de frente para el petisito Carranza que, frente al arquero, no dudó y la puso contra un palo. Merecimientos al margen, el Torito demostraba porque merecía estar en Primera.
A partir del empate, los dos regularon (muchos de los jugadores sufrían calambres) y no querían sufrir exabruptos, por lo que fueron a tiempo suplementario (cuando va a desaparecer esta medida "NBA"?). Comienzo del primer tiempo suplementario, Chicago estaba mejor, hacía correr la bola y Pellerano se hacía patrón del mediocampo. Lo tuvo Carranza, lo tuvo Higuaín, pero la pelota no quería entrar. Y por esas cosas que tiene el fútbol, en una jugada aislada, sobre el final de ese primer tiempo, de rebote y carambola, Giménez (el doble de Bazán Vera) puso el 2-1 para el Tomba. Gol y deliiirio para la gente local. El segundo tiempo presentó a un Chicago volcado plenamente hacia el ataque, y un Godoy Cruz que se defendía como podía. Torrico (de excelente tarea) le tapó una pelota de gol a Carranza que hubiese cambiado las cosas. Y sobre el final, ya sin Vega en el arco del Torito (era un delantero más), contra rápida del Tomba, y gol del gigante de Godoy Cruz, Giménez.
Realmente, un orgullo que un equipo con tanta garra como Godoy Cruz haya ascendido (por más que los típicos cantitos discriminatorios contra los porteños aparecieron) y también es un orgullo que un equipo como Chicago, con tanto amor propio, pelee todas hasta el final y todavía le quede una doble oportunidad de llegar a ese sueño ansiado que es Primera.
Felicitaciones, Tomba, te lo merecés.
Columna del hincha: Otra oportunidad, otra oportunidad!