Piñas van

| domingo, junio 25, 2006


Para el que pensó que este iba a ser un partido de puro "jogo bonito", con mucho toque, mucha ofensiva y muchos goles, se equivocó. El partido que Portugal le ganó a Holanda 1-0 tuvo de todo menos fair play. Pero vamos por partes.
A priori, los dos equipos llegaban bastante bien. Un Portugal que había ganado todos sus partidos, con un técnico invicto en Mundiales (Scolari jugó, con el de hoy, 11 partidos: 4 con Portugal y 7 con Brasil; ganó todos) y con jugadores que nos llevaban a pensar necesariamente en un buen fútbol: Figo, Maniche, Deco, Cristiano Ronaldo, Miguel, etc. Por su parte, Holanda venía con buenos resultados (2 victorias, 1 empate) sin haber dejado una buena imagen ante Argentina, es cierto, pero con la vuelta al ruedo de varios de sus titulares. El partido empezó con los holandeses intentando, imponiéndole un ritmo fuerte al partido, corriendo, presionando y asfixiando a Portugal. Los lusos, por su parte, trataban de dormir el juego (tuve un deja vu de ayer) pero no lo lograban. Tuvo 2 tiros al arco desde afuera del área Holanda, que no pudo capitalizar. Hasta que llegó la primera jugada de la polémica: pelota dividida, la va a buscar Cristiano y aparece una patada atroz, feroz, mordaz (?) de Boulahrouz, clavándole los tapones en el muslo derecho. Era una clara roja, pero el árbitro solo penó al jugador de los Países Bajos con una tarjeta amarilla. El clima se iba poniendo calentito. Y cuando Portugal no llegaba al arco de Holanda, una jugada aislada: Cristiano (muy dolorido) cubre bien la pelota y la abre hacia la derecha, Deco la recibe, mete un centro rasante para que Pauleta, muy inteligentemente, la reciba, la aguante y se la deje servida a un Maniche que gambeteó a 2 rivales y le metió un derechazo a la izquierda del arquero, que nada pudo hacer. Era un 1-0 inmerecido (hasta ese momento) pero la ventaja de Portugal al fin. Sin embargo, malas noticias: Cristiano no daba más, y tuvo que ser reemplazado por Simao (el ex Barcelona) entre llantos y lágrimas. Holanda tuvo la suya: Van Persie se hamacó para un lado, se hamacó para el otro (dentro del área) dejó desparramados a dos defensores del equipo con camiseta bordó y le pegó 3 dedos, pero la pelota se fue al ladito del segundo palo del arquero. Segunda polémica: Nuno Valente entró como una tromba a su área, para intentar robarle la pelota a un Robben que estuvo a punto de ser literalmente decapitado. La patada a la altura de la cabeza de Nuno le pasó muy cerquita al jugador holandés, pero el impresentable árbitro del partido no tuvo mejor idea que cobrar jugada peligrosa del chiquitín del Chelsea. Pauleta lo tuvo, pero tapó muy bien Van der Sar, y cuando se iba el primer tiempo, Costinha, en una actitud extrañamente infantil, toca la pelota con la mano y, al tener una amarilla previa, es expulsado (llama la atención la pasividad con la que se va del campo de juego).
Segundo tiempo, un Holanda que, con un hombre más, intentaba atropellar a un Portugal que ya jugaba decididamente de contragolpe. Igualmente, Holanda no tenía los caminos claros y no sabía como entrarle a los lusos. En la tercera jugada polémica del partido, a Figo le entran muy mal; éste se levanta y le tira un certero cabezazo a Van Bommel, que no hace efecto. Nadie lo vió, pero Bouhlarouz, en una actitud "a lo vengador anónimo" se le fue con todo a Figo en la siguiente jugada, y se fué expulsado. Eran 10 contra 10, pero esto no cambiaba los esquemas de un Luiz Felipe que intentaba aguantar el partido en su propia área. La cuarta polémica del partido se dió cuando un jugador portugués, al ver a un holandés tirado en el piso, tiró la pelota afuera para que lo atendieran. Sin embargo, parece que la actitud Fair Play en los holandeses no está muy aprendida, porque no sólo no devolvieron la pelota, sino que el defensor central Heitinga salió con todo hacia el arco rival. Viendo esto, a Deco se le subieron las revoluciones y le fué duramente al jugador holandés. Surgieron un par de empujones, pero sólo hubo un amonestado que fue Sneijder. A esa altura, el partido era un desastre con todas las letras. Todos hablaban, todos protestaban, y había mucho golpe. Y en una jugada estúpida, Deco intenta hacer tiempo y es amonestado por segunda vez, por lo que tiene que dejar la cancha y a su equipo con 9. Se le venía la noche a Portugal. Holanda iba e iba, pero sin claridad. Tuvieron el empate varias veces, pero no podían meterla en ese rectángulo tan preciado como lo es el arco. Quinta jugada polémica del partido: Van Bronkhorst le va muy mal a uno de los integrantes del primer equipo portugués, con claros signos de impotencia, y es expulsado. 9 contra 9, el partido era más lucha libre que fuchibol. Lo tuvo Tiago, pero se lo perdió. Igualmente, no importaba: el partido terminó favorable para un Portugal que, provocado por los holandeses y sus actitudes antideportivas (no se dejen engañar por los medios masivos, muchachos) se descontroló y perdió jugadores muy importantes para el partido que tendrá contra un Inglaterra que sigue ganando sin jugar a nada.