Con la frente en alto

| viernes, junio 30, 2006


Listo, ya está.
Argentina está fuera del Mundial, arranca el tiempo del balance, pero este no es el mejor momento para hacerlo. Igual, este es un equipo al que no hay que despedazar. Se llegó mucho más lejos de lo que muchos creían, y se cayó en los penales contra el local, que encima es un grande, y actual subcampeón del mundo.
Son muchas las cosas que se cruzan por la cabeza, y son pocas las que ya están claras.
Sin embargo hay algunas que quiero dejar por escrito hoy.
Argentina no fue menos que Alemania, y hasta me animaría a decir que fue un poco más. Pero el partido se fue complicando, por causas propias, y por motivos ajenos.
La Selección no pudo tener la pelota en el momento que más lo necesitaba, Riquelme, finalmente, quedó en deuda, y eso no lo levanta un corner bien pateado (igual, no se perdió por él, como tampoco se llegó hasta acá exclusivamente por él).
El cambio de Román por Cambiasso, confirmó tres cuestiones, por un lado que Pekerman tiene la personalidad suficiente como para sacar a cualquier jugador, la segunda, que Cambiasso no tiene jerarquía para jugar un mundial. La última, que ahí a José lo traicionó, tal vez, el cariño por un jugador que él mismo formó desde los 14 años.
De haberse ganado se hubiera hablado de hazaña, por ser contra el local, porque se fue más (poco), y porque encima se cayó uno de los jugadores fudamentales de esta campaña, el Pato Abbondanzieri (uno que tapó varias bocas).
Bien Lucho Gónzalez, grandioso lo de Tévez y Mascherano (dos que se supone tendrán varios mundiales más). Muy bueno lo de Ayala (el mejor defensor del Mundial) a pesar del penal errado.
Incomprensible lo de Cruz, no ya que haya entrado sino que haya estado en el plantel, más con Saviola y Messi esperando sentados (hasta Palacio).
Y mal los cambios.
Lo de Franco, mucho no se puede decir, quizá alguien extrañe a Lux en este momento, pero Germán tampoco es un gran atajador de penales, igual salvo el primero el ex-rojo jamás estuvo siquiera cerca de atajar uno.
Ya está, ya no estamos más en el Mundial, la revancha es en 4 años, pero igualmente hay que tener en cuenta que nos despedimos con la frente alta, lo que no es tan común