Comenzó la pasión

| viernes, junio 09, 2006


Sí, señores, larrrrrrgaron (como diría un experto en automovilismo). Con el partido disputado hoy entre Alemania y Costa Rica, se dió comienzo al fenómeno mundial que paraliza a todo el globo terráqueo.
Sin más, les presentamos una breve descripción de lo que fue el primer partido:
Alemania, a priori, parecía ser más en los papeles. Costa Rica venía con un par de bajas en su alineación que tarde o temprano parecían poder complicarla. Y como los mundiales a veces son impredecibles, el espectáculo fue bueno. Empezó tempranamente ganando Alemania, con un gol de Lahm (o algo así) que bien puede ser uno de los mejores de esta Copa del Mundo. Pero cuando nadie se lo esperaba, la "Cobra" Wanchope, el gran jugador gran, clavó el 1-1. Costa Rica había llegado una vez y había facturado. Alemania no se quedó y fue por más. Intentó, intentó e intentó, hasta que vino el 2-1, cantado a esa altura. Era merecido.
En el segundo tiempo, con un equipo costarricense un poquito más adelantado, se preveía un partido más parejo. Pero nuevamente Alemania se anotó con un gol poco claro. Era 3-1 para los germanos, que festejaban. Y como todo fue impredecible, cuando el equipo europeo parecía arrasar a los de esta parte del mundo, Wanchope, un poquito adelantado, puso el 2-3. Se armaba el partido! Pero Frings la colgó de un ángulo y no quedaba tiempo para más. Ganó Alemania.
La verdad, nada que decir de este buen equipo germano, que demostró una alta efectividad en ataque y una paupérrima versión en defensa. Creo que Klinsmann va a tener que hacer ciertos retoques en ese sector del campo de juego.
Lo de Wanchope fue sencillamente asombroso. Jugando solo, contra toda una línea de 4, se las arregló para anotarse con 2 pepas. Increíble.
PD: La presentación fue una de las peores que he visto en mucho tiempo. Ni la Schiffer la salvó.