Mundo Globalizado

| miércoles, abril 12, 2006



Sobre este tema han surgido muchos puntos de vista, y se lo puede tomar desde varias perspectivas, yo me voy a centrar más que nada en las Selecciones de Fuchibol y sus transformaciones.

Si uno observa a diferentes Selecciones, no tan relevantes a nivel periodístico, llamémosle, pero que sin embargo forman parte de las Eliminatorias, uno se da cuenta que hay algo que se repite en muchas de ellas, un factor en común. Este factor en común es nada más y nada menos que los brasileños (y otros) naturalizados. Al parecer, nuestro país vecino, por lo menos en los últimos tiempos, anduvo con un superávit importante en cuanto a calidad y cantidad de jugadores, que no tuvieron lugar en equipos grandes de Europa (donde verdaderamente se progresa económicamente y se decrece futbolísticamente) y tampoco tuvieron lugar en sus Selecciones. La solución a ésto: un pequeño llamado a su representante y listo, estoy jugando en China, Singapur, Arabia Saudita o Chipre (?). A partir de esto, estos jugadores se convierten en parte de los Primeros Equipos de ese país. Hay muchos ejemplos, yo cito a: Santos, de Suiza, y Santos, de Japón (que bueno son los brasileros). Y cito a los brasileros por no citar a los queridos negritos (sin discriminación) de Africa que van a Holanda, Francia, Alemania, etc, a los cuales sacan de sus países de origen, los educan y los insertan (no en total medida, sino en la medida en que los beneficien) en sus sociedades.

La cuestión es la siguiente: no es esto un aporte más para que el fútbol verdadero (ese que jugaban por amor a la camiseta, cursi o no, era así) se desnaturalize del todo? Cómo puede un jugador sentir de la misma forma la camiseta de un país en el cual no nació, ni creció, ni se formó? Como opinión personal (y puede ser que esté condicionada por la cantidad de jugadores argentinos talentosos) no podría aceptar nunca una cosa así. Pero por el simple hecho de que estos jugadores "naturalizados" sienten las Selecciones en las que participan como un trabajo más
(otra que Verón, el Kily y otros en el Mundial)
Yo quiero que MIS jugadores tengan un abuelo, un viejo o un hermano que les queme el bocho diciéndole: "tienen que ganar,eh!" 10 veces por día. Y si voy más lejos, estaría encantado de que mi Selección estuviese integrada por todos jugadores del medio local. La motivación día a día que tendrían sería tremenda! (y no necesariamente una presión). Esto último ya es utópico, pero por lo menos, que este mundo "globalizado" no nos esconda la verdadera esencia del fútbol y de las Selecciones Nacionales.
En su momento, aplaudí a Bilos, por negarse a representar a Croacia, un país del cual no sabía nada, ni siquiera había estado allá. Muchos lo tildaron de ingenuo, por así decirlo (la gente suele usar un lenguaje más vulgar) por no aceptar una oportunidad para ir a un Mundial (que en Argentina difícilmente se le dé). Ese nacionalismo sano es del cual hablo.
No terminemos "privatizando" y "globalizando" al Mundo, ya sabemos las consecuencias.

(Saludo especial a Camoranesi, Guillermo Franco y Trezeguet)