Y nos vamos poniendo viejos

| sábado, julio 29, 2006


Al parecer, se está gestando un nuevo golpe de Estado futbolístico, al mando del CNCM86 (Comando Nacionalista de Campeones Mundiales del 86´).
A raíz de la contratación del Coco Basile como técnico de la Selección Nacional, no fueron pocos los que quisieron dar su opinión al respecto. La diferencia entre todas estas opiniones se basan en que algunas sirven para aportar algo, y otras no. Las declaraciones que realizó Oscar Ruggeri (con gran pasado en la celeste y blanca) y que hoy avaló Nery Pumpido realmente no sirven para sumar. Son declaraciones formuladas desde la envidia y desde el deseo "de lo que tiene el otro".
Ayer Ruggeri manifestó su descontento con las autoridades que manejan el fútbol de la Selección, debido a que, a su entender, la AFA no se fijó en ninguno de los técnicos en actividad que ganaron el Mundial de 1986 como jugador. A su vez, argumentó que "no se les perdonaba haber ganado un Mundial" (?) y no faltó oportunidad para tratar de "embarrar la cancha" (como bien solía hacerlo en sus épocas de jugador) al decir que el fútbol argentino estaba mal, ya que Argentina se quedó afuera del Mundial en cuartos y que no quedan más equipos argentinos en la Copa Libertadores.
Hoy Pumpido salió a avalar las palabras de Oscar Ruggeri, y también agregó que la AFA nunca les agradeció en su totalidad por el título del 86 y del 78 a los jugadores. Se quejó de que no les habían proporcionado siquiera una cena de homenaje (te pagamos un catering si querés Nery (?)) y no los utilizaban para transmitirles experiencia a los mas jóvenes integrantes de la Selección (no exclusivamente como técnicos).
Sinceramente, pienso que esta actitud de los ex jugadores del 86 no ayuda en nada al futuro de la Selección. Sólo sirve para generar conflictos e instalar controversias sin ningún tipo de sentido. Si realmente la Selección necesitara de gente con experiencia para ayudar a aquellos que recién dan sus primeros pasos, Pumpido (que ideó "apretadas" en la Copa Libertadores ante Vélez) y Ruggeri (que siempre se destacó por lo que comunmente denominamos "mala leche") no serían los mejores ejemplos.