Rotación

| miércoles, julio 26, 2006


El fútbol nuestro de cada día da para todo, y sino, observemos a Central. Ayer se conoció la verdadera razón por la cual Astrada (con su co-equiper Hernan Díaz) ya no está más al frente de la dirección técnica de Rosario Central. Al parecer, dentro de las nuevas determinaciones que habría tomado el grupo inversor que llegó al club de Rosario, de la mano del ex jugador "Petaco" Carbonari, se incluía la de dejar a un lado a la casi dupla (?) ex River, ya que no estaría dispuesta a acceder a la llegada de ciertos jugadores no pedidos por la misma y ofrecidos por el grupo inversor.
En fin, este sistema de códigos, por así llamarlo, que manejan los grupos inversores cuando llegan a un club no son desconocidos para los que seguimos el fútbol argentino día a día. La gran desventaja de todo esto (además de crear un gran despiole (?) trayendo jugadores no solicitados, con grandes sueldos, y desbaratando todo un orden que se había creado) es que la mayoría de las veces, estas cosas no suelen salir del todo bien. Se pueden lograr campeonatos, pero luego lo que viene es desastroso (caso Grinbank y su experiencia en Independiente). Lo único que hacen este tipo de grupos es comenzar una especie de gerenciamiento encubierto (que ya no lo es tanto) impunemente, ya que los socios no pueden hacer nada.
En el caso particular de Astrada, la verdad es que da pena que se tenga que ir como se está yendo. Un tipo que siempre tuvo respeto por un club grande como Central, que siempre se bancó de todo y que había logrado crear un ambiente ameno y un equipo competitivo en muy poco tiempo. Sinceramente, una verdadera verguenza que pase todo esto. Pero estamos en Argentina...