¿Prejuiciosos todos?

| viernes, julio 07, 2006

Se acerca el final del Mundial, pero una vez más se ha comprobado algo que es tan viejo como el fútbol. Los prejuicios de los futboleros y el periodismo respecto a cada equipo. Obvio que esto también se da en el fútbol local, pero hoy analizaremos que pasa con las selecciones.
Arranquemos por los 2 finalistas.
Por más que Italia gane 6-0 la final, y que de ahí en adelante brinde 4 años de espectáculo futbolero, siempre, por toda la eternidad, la azzurra será amarreta y sucia.
Aunque Francia gane su segundo Mundial, y aunque ganara 3 más siempre será amarga y de buen trato de pelota.
Y así con todos.
Los alemanes siempre serán medios robóticos, pero con una gran fortaleza anímica y superioridad física.
Los holandeses siempre jugarán lindo, los ingleses siempre jugarán limpio, los españoles siempre serán menos de lo que se espera de ellos, los africanos (todos) siempre serán ingenuos, los coreanos y japoneses siempre correrán mucho (y sin sentido).
Los uruguayos siempre serán aguerridos y pegadores, los argentinos siempre serán habilidosos, individualistas, inconstantes y malos perdedores, y los colombianos, peruanos, etc., de buen pie, pero livianitos.
Y así, con todos y cada uno de los seleccionados.
Pero notarán que hay una selección que no nombré. Quiero dedicarle un párrafo aparte a Brasil.
Aunque den asco, siempre serán el "jogo bonito", si pierden será porque están viejos, o lesionados, o indispuestos (?), pero siempre, siempre serán los mejores del mundo, para los prejuiciosos.
Y acá aparece una gran contradicción, muchas veces se ha escuchado o leído que "Si Brasil quiere no hay con qué darle, hay que jugar por el segundo puesto". O sea, aparentemente sería una cuestión de voluntad del Scratch (?).
Pero, cuando queda afuera jamás he escuchado a alguien decir "Brasil subestimó a los rivales, se creyeron campeones antes de jugar, estaban agrandados". Nunca. Se dirá "no supieron defender", "eso es por ir siempre al frente" (a favor y en contra), pero nunca por agrande.
Tratemos entonces, todos -me incluyo- , de no ser tan cabezas de termo, y tomarnos el trabajo de abrir los ojos y analizar y dictaminar por nosotros mismos, cada vez.