La vita e bella

Pocos metros. Puños cerrados y corazón a mil. No serían más de 5 o 6 metros. Pero para mi fueron eternos. Me llevaron a recordar imágenes de mi niñez, allá por el 82 cuando mi abuelo me abrazaba entre llantos y me decía que éramos los mejores del mundo. Imágenes de mi vieja saltando abrazada a mi abuela y mi hermano con la cara llena de gol frente al primer televisor a color que teníamos en casa. Ese que habíamos comprado para ver el mundial de España. Grosso mira el arco, se muerde el labio inferior y espera la orden de Elizondo. Son apenas unos segundos, pero me arriman hasta México 86 para recordar el baile que nos pegó la Francia de Platini, al mundial jugado en casa que nos sacó de la final la Argentina de Maradona, a ese dolor que todavía está presente por no haber ganado ese mundial. Empieza la carrera, uno lo mira y sabe que Grosso ya eligió el lugar. El mundial en Estados Unidos y esa final que perdimos contra los brasileros, esos brasileros que se llenaban la boca con el "jogo bonito" pero se disfrazaron de nosotros y nos ganaron por penales. Faltan dos pasos y el corazón parece estallarme en el pecho. El mundial vuelve a Europa y en Francia nos vuelven a eliminar los galos, otra vez por penales, otra desilusión. Por si fuera poco, dos años después perdemos una Eurocopa que ya era nuestra, otra vez contra los mismos franceses. La zurda del 3 le entra a la bola y ella vuela. Con los ojos bien abiertos espero que le red se infle, pero esas milésimas de segundo que dura el viaje de la caprichosa me vuelven a llevar lejos. Corea y el afano. Corea y la vuelta tempranera. Corea y otro mundial sin levantar la copa. Cierro los ojos y espero el grito. Cierro los ojos y veo ese pueblo del sur de Italia donde empezó mi familia, veo a mi abuelo envuelto en banderas, a mi vieja con lágrimas en los ojos, a mi hermano allá en Montevideo sufriendo frente a la tele. Escucho el grito y mis ojos estallan en lágrimas de gloria. Siampo campioni!!! No tengo a mi abuelo, ni a mi viejo, pero me encuentro a la mamma y nos fundimos entre lágrimas y risas. Mi amiga Bea me abraza y las lágrimas siguen corriendo. Siamo campioni!!! Hoy es uno de esos días donde la alegría, el orgullo y la emoción hacen imposible hablar de merecimientos. Italia juega para los italianos, como nos gusta a nosotros y de esa manera hoy ganamos nuestra Copa Mundial número 4!! FORZA ITALIA!!!