Si uno creía que aquella medida de que todas las categorías del Ascenso jugaran sin público visitante era el colmo de la cruzada de los organismos de seguridad en el fútbol y de la AFA "anti-público", quedémonos tranquilos: hay más.
El Coprosede, imponiéndose ante la AFA (o colaborando con ella, uno nunca sabe) redujo la capacidad de la tribuna visitante de todos los estadios de Primera a un 50% menos, por "no tener butacas propias para que la gente pueda sentarse". Obviamente, aquellos estadios que sí tengan estos asientos pueden mantener la capacidad de sus tribunas visitantes. Esto parecería ser más un chiste que otra cosa: ¿quiénes serán los individuos a los que veremos cuando sus equipos jueguen de visitante? Acertó: los barras. Ellos manejan absolutamente la venta de entradas, y ellos decidirán (según los precios que pongan a las entradas que revendan) quiénes entran, y quiénes no. Acá se le está sacando la posibilidad a algunos, para dársela a otros, que son los mismos que provocan todo este caos y esta violencia en el fútbol argentino. Lo único rescatable (y habrá que ver si se cumple) para los clubes es que "los operativos policiales se van a reducir". Claro, mientras menos gente entre en una cancha, menos efectivos se necesitarán pero: ¿por qué no lo vemos por tele y listo? O mejor aún: prohibamos el fútbol y nos sacamos el problema de encima. ¿Bajo qué punto puede decir un organismo de seguridad que, con butacas en la popular visitante, se va a generar menos violencia? Suena bastante absurdo y sin siquiera acercarse a un razonamiento lógico. ¿Alguien cree en serio que en las populares visitantes, sólo por haber asientos, la gente va a ver el partido desde éstos? Me imagino a Alan, a Di Zeo (que por suerte por ahora no puede hacer más daño, pero sí manda a otra gente) al Pillín, y a muchos otros personajes mirando el partido "pasivamente" desde sus butacas, y aplaudiendo o reprobando las acciones de sus jugadores (?).