Cada vez que un futbolista pasa de una Institución menor a un club de los denominados "grandes", lo vemos en cuanto programa deportivo exista afirmando que "desde chiquito yo era hincha de X, lo iba a ver con toda mi familia, y mi ídolo era X (léase: el ídolo de ese club en particular)". Es un flagelo que nos atormenta (?) desde hace mucho. Pasó por citar un simple ejemplo con Cristian Pellerano, que alabó y dijo ser hincha del ex Rey de Copas Independiente, y al enterarse al día siguiente que finalmente se iba para el otro estadio de Avellaneda (ahora el único) comenzó a alabar a la gente de Blanquiceleste S.A. Pasa hoy, por ejemplo, con Nico Sánchez. El ex jugador de Nueva Chicago y mimado por la "Chancha" Niembro, no tuvo mejor idea que salir a decir en el Olé de hoy "Toda mi familia es fanática de River. José, mi abuelo, era socio vitalicio; Raúl, mi papá, es hincha y yo también. De ir a la cancha, sí, de seguir al equipo". No conforme con esto, siguió: "Mi perro se llama Mencho, por Medina Bello." Vale aclarar que, casi sin darnos cuenta, este chico jugó bastante tiempo en...Boca, en Inferiores. ¿Hace falta intentar ganarse a la gente con estas estupideces? ¿Puede a alguien caerle mejor o darle más crédito a un jugador sólo por el vendehumismo de decir "eh yo soy hincha de X como vos, de chiquito, desde la cuna" si sabemos todos que se van ante la primer oferta del mejor postor?
Y sí, señores, este es el país del "archivo irresistible", ¿por qué dejaría de serlo con los jugadores de fútbol?