Hecatombe

| miércoles, marzo 22, 2006

"Mira cómo te la doy"

En un partido vibrante (como diría cualquier relator) empataron Ñuls y Goiás 0-0. La verdad es que el partido fue lo de menos. Lo más interesante fue ver los diferentes duelos que se armaron a lo largo de la noche y sobre todo el remate de los brasucas al final.
En cuanto al resumen del partido, se puede decir que Newells lo asfixió durante todo el partido a Goiás, pero le faltó claridad en los últimos metros, y toda la bola. La verdad es que fue puro pelotazo, típico doparti de Libertadores.
El partido ya había empezado calentito, con Spolli haciendo declaraciones del tipo: "la van a pasar mal" ("se la vamo´ a dar") y todo tipo de amenazas. Dicho y hecho, durante todo el partido se observó un juego fuerte, brusco (de parte de los dos, los defensores brasileros no son ningunas carmelitas) en fin, nuevamente típico de Libertadores.
Lo más jugoso del partido sucedió al final (en cuanto al juego, Newell´s aburrió con los centros a la olla y Goiás tiene 2 burros adelante) cuando en la desesperación por el gol, Scocco tuvo varios intercambios verbales con uno de los jueces de líneas, por considerar que no le cobró varios penales (fueron como 4, para mí estuvo bien, excepto en uno que tengo la duda). Faltando 15 min para el final Pumpido lo saca a Ortega y pone un 9 (la carita de Ortega fue terrible). La gente, disgustada, comenzó a fastidiarse con lo primero que encontró: los referees (ni réferi ni referí).
En una de las últimas jugadas del partido, con Newells lanzando una bola al área grande, cae un jugador brasilero. La jugada sigue y se genera un centro pasado. Spolli forcejea con el 6 de ellos, y la pelota se va al lateral. Inmediatamente, Spolli le muestra un corte al árbitro del tamaño de una hojita de afeitar (o sea, jodido) y muy profundo. Ahí todos pensamos: "Newells local, cobra penal". Pero no, el árbitro cobró foul de Spolli (si miran bien la jugada, tenía razon el árbitro) y a su vez, el juez de línea lo llamó y le informó que Scocco le había pegado un golpe de puño (por qué no dicen trompada?) al jugador de Goiás caído en primera instancia.
Desde ahí, todo fue un descontrol. Finaliza el partido, los brasileños empiezan a bailarle a la platea local, y los de Newells se los quieren comer vivos.

Comentario del autor: la verdad que Newells mereció ganar por empuje, pero le faltó un 9 de área que capitalice las situaciones. El equipo de Goiás sólo atinó a defenderse como pudo, apelando al "saque si quiere ganar" y a la marca fuerte. Yo me pregunto: Dinho les habrá enseñado a bailar a los del Goiás?