La historia del club de Avellaneda siempre estuvo vinculada directa o indirectamente al sentimiento del sufrimiento, de la angustia, de la tristeza. Sin embargo, dicen aquellos hinchas de Racing, tal vez motivados por tantas pálidas, que no hay mal que por bien no venga, y que esta especie de sufrimiento eterno que han vivido a lo largo de todos estos años ha logrado que las nuevas generaciones sigan eligiendo al club albiceleste para depositar sus corazones (?) Dice la leyenda que a más sufrimiento, más hinchas, y a más fracaso deportivo, más cántico y aliento en las tribunas del Cilindro (?)
Pese a todo esto, es claro: si Racing Club de Avellaneda sigue abusando de la generosidad de sus viejos/nuevos hinchas, lo más probable es que en algún momento los mismos le den la espalda. Es increíble como un club puede caer muy bajo, para luego caer aún más bajo, y finalmente tocar el subsuelo. Cuando muchos pensaron que luego de la salida de Fernando De Tomasso iba a retornar la paz, junto a la denominación original de Racing Club (dejando atrás el tan bastardeado por hinchadas rivales Blanquiceleste S.A.) muy equivocados estaban. Es cierto: muchos de los que hoy están en el Órgano Fiduciario y de los que controlan todo este proceso previo a las elecciones correspondiente, fueron los mismos que dejaron a Marín y a De Tomasso destruir al club en los años de gerenciamiento. Los mismos que vendieron pases de juveniles que hoy valen mucha más plata a grupos inversores por, teóricamente, muy poco dinero (habrá que ver si ellos no se llenaron su bolsillo con algo "extra"). Los mismos que no supieron hacerse cargo y manejar la grandeza de un club como el de Avellaneda.
La actualidad del conjunto que dirige (por ahora) Juan Manuel Llop a nivel futbolístico es magra, austera, sin elementos que colaboren para germinar esperanza e ilusiones en la parcialidad racinguista. Pocos refuerzos, buscados y pedidos casi como si fuesen superestrellas de Europa; los jugadores que ya estaban previamente, y que entrenan descontentos por no recibir pagos desde hace muchísimo tiempo; una pretemporada que estuvo surcada por los problemas y por los retrasos. El panorama no es nada alentador: Racing tiene que hacer una buena campaña para no volver a tener problemas con el descenso, y no volver a sufrir en Promociones con el corazón en la boca. ¿Podrá hacerlo?
Parece factible, teniendo en cuenta que en el último torneo sufrió varios golpes pero finalmente se mantuvo en pie. Sin embargo, analizando fría y objetivamente el plantel del conjunto de Avellaneda, uno se asusta un poco. Los que han venido son muy pocos: Wágner, Nieto, Luguercio, Aveldaño y Leandro González. Al club de los amores de Guillermo Francella se le han ido: De la Fuente, E. Ávalos, Roberto Bonet, Navia, Arrieta, M. Cáceres, Sava, Manicero, Leyenda, M. Sánchez, Bastía, M. Estévez e Hilario Navarro. Es cierto también que muchos de esos jugadores cuando jugaron lo hicieron en muy mala manera (Ávalos, Bonet, Navia, Arrieta, Manicero, M. Estévez) o algunos ni siquiera pudieron hacerlo (Leyenda). Sin embargo, también es cierto que en la cabeza de Facundo Sava ha perdido mucho gol, pero fundamentalmente ha perdido un referente; que en M. Cáceres ha perdido una solidez vital en el fondo (salvo que arreglen a último momento su contrato); que en Matias Sánchez y Bastía (si finalmente es transferido) ha perdido la recuperación en el mediocampo; y finalmente, si no arregla, en Hilario Navarro pierde a un gran arquero, pieza vital en cualquier equipo, Y creo que esto que mencionamos en varios casos es lo que más molesta a los hinchas de Racing: no poder saber con exactitud qué pasa en Racing. Es todo incertidumbre en el club del cual es hincha "Chiquita" Legrand: no se sabe quién sigue, quién no sigue, si arregla, si no arregla, quién viene, quién no viene, etc. Nadie sabe nada. El Órgano que no logra arreglar quien se queda con el pase de tal o cual jugador, si Racing Club como Asociación Civil o bien Blanquiceleste S.A., los jugadores que no pueden cobrar, los hinchas que sufren al ver el nivel de su equipo en la cancha, todo es desconcierto. Todo esto a días de comenzar el campeonato. ¿Podrá volverse a ordenar Racing?
Esperemos por el bien del fútbol que sí. Esperemos que los gerenciamientos no pasen a ser huracanes que pasen por los clubes a terminar de destruirlos, sino elementos que sirvan para sacarlos a flote. Esperemos que la AFA tome cartas en el asunto, que cuide a los clubes, a los hinchas, a los jugadores. Pero sepamos bien que si Racing vuelve a salvarse de todo, no va a ser por lo que hagan dirigentes, funcionarios públicos o chamanes: va a ser por sus hinchas y por el amor a su club.