El sucesor

| martes, octubre 21, 2008


Muchos ríos de tinta han corrido en los últimos días, luego de saberse el alejamiento de Alfio Basile como director técnico de la Selección Nacional, intentando dilucidar quién será el próximo entrenador de la albiceleste. Al principio, por razones de orden, comodidad y un título reciente en Pekín, el que picó en punta fue el "Checho" Batista. Buen manejo de grupo, un equipo ordenado y un funcionamiento aceitado en algunos pasajes de los últimos Juegos Olímpicos le daban un privilegio bastante importante. A partir de él, comenzaron a surgir varios nombres más.
Por un lado empezó a sonar muy fuerte el nombre de Miguel Angel Russo. El último campeón con un equipo argentino de la Copa Libertadores, campeón con Vélez, y también triunfante en menor medida en Lanús y Estudiantes de la Plata se impuso por trayectoria y por títulos, algo nada despreciable a la hora de definir un DT. Buen manejo de grupo, supo acallar los escándalos que azotaron Boedo durante la mayor parte del torneo pasado, y hoy su San Lorenzo está puntero del campeonato y cómodo. La contra más grande: desde Boedo (esta expresión es figurativa, obviamente, hace rato que no están en este lugar) no quieren dejarlo ir así como así. La idea de Savino era que dirigiese al conjunto azulgrana en la próxima edición de la Copa Libertadores.
Por otro lado los nombres siguieron danzando, y uno de ellos se auto-postuló para asumir el control del equipo nacional: Diego Armando Maradona. El otrora entrenador de Mandiyú o de Racing declaró en cuanto medio le fuese posible que a él "le encantaría dirigir a la Selección", y además le agregó a estos dichos la cuota de humo propia de un personaje como él, apelando al sentimiento por la camiseta y a defender los colores. Espíritu, garra y corazón fueron palabras usadas por el 10 como para convencer a la gente de que él era el indicado. Sin embargo, desde Viamonte están poco más que aterrados con la constante volatilidad del carácter del ex Boca que, un día está con vos, pero al otro se te puede dar vuelta como una media. Además, en el "debe" todavía se recuerdan sus pésimas experiencias como DT, y sus problemas constantes de salud (por no decir de drogas, ni más ni menos).
Sin embargo, y a pesar de todos estos nombres que se venían mencionado, hay uno que se erigió como el máximo candidato, por la elección de la gente y por el gusto del presidente de la AFA, Julio Grondona: Carlos Bianchi. El ex técnico multicampeón de Vélez y Boca tuvo su última experiencia como entrenador en el Atlético de Madrid, donde dirigió en la temporada 2005/2006, con magros resultados (las malas leguas dicen que a los españoles no les gustaba demasiado el trabajo físico). Cuando muchos se animaban a bajarlo de la candidatura por su pésima relación con el mandamás de la AFA, desde el entorno del DT se empezó a decir que "si Grondona lo llama, él agarra". Es vital para este intento de tentar al Virrey para que vuelva a su mayor pasión, el fútbol, el hecho de que en las encuestas y en la voz popular el que se lleva todos los aplausos es el surgido en Vélez Sarsfield, por títulos, por manejo de grupo, por capacidad de motivación y porque, en Argentina, ha quedado como "el mejor". Ha logrado campeonar (como diría Ricky Lavolpe) con equipos que sinceramente daban pena (el Boca de Villarreal, Cascini y Cagna, mamita...) únicamente basándose en el juego colectivo y en tirar todos hacia un mismo objetivo, algo que le falta a esta Selección. La única contra que puede ir en contra de su manejo de grupo: el divismo de ciertos jugadores con éxito en Europa. Se sabe que este último factor es cuenta pendiente en la carrera de un Carlos Bianchi que nunca hizo pie en el Viejo Continente, con sendos fracasos en la Roma y en el Atlético de Madrid. Habrá que ver como lo manejará si agarra. Y además, ya como opinión totalmente personal, creo que va a ser un problema el hecho de que Riquelme sea tan discutido a nivel popular (cuando digo "pueblo" no me refiero únicamente a "Boquita" (?)) y de que suela tener discusiones con sus compañeros incluso dentro de la Selección. Es claro que es uno de los jugadores preferidos del DT y son conocidas las historias que contó el mismo jugador de cuando el Virrey le daba muchísimas licencias y privilegios en épocas de triunfos con Boca, algo que no debería pasar en un Seleccionado.
Empezó la danza, veremos qué pasa...