Chile vs. Argentina: Choque de Estilos

| miércoles, octubre 15, 2008


El encuentro a disputarse en las próximas horas en la hermosa ciudad de Santiago trasciende lo normal de un partido por Eliminatorias y va un poco más allá. Lo que se va a poner en evidencia a partir de las 20.00 hs (aproximadamente) excede el cotejo normal, buscando un lugar en la próximas Copa del Mundo. Este partido, sin poder llegar a calificarse como un desafío para ambos, y sin que las estadísticas puedan mensurar la capacidad de uno u otro entrenador (no es justo comparar el potencial de los jugadores argentinos con el de los jugadores chilenos, ya que un Messi vale 2 o 3 Alexis Sánchez, si vamos al caso, por citar un ejemplo) sí representa una interesante propuesta de observar como dos técnicos visualizan en sus mentes un fútbol ideal total y absolutamente diferentes.
Por un lado tenemos a uno de los técnicos de las diferentes selecciones de Sudamérica más cuestionado por el público y en algunos osados casos, por los medios de comunicación. Con un estilo más "cassual" (?) y con la premisa de darle libertad para crear a sus jugadores, Alfio Basile ha impuesto un estilo que se basa, fundamentalmente, en la "no táctica", es decir, que los muchachos salgan al campo de juego y se inspiren. Cotidianamente escuchamos decir a periodistas deportivos o a simples transeúntes que Basile "juega con la nuestra". Algunos hasta se animan a decir que es "el fútbol que le gusta a la gente" (Horacio Pagani dixit). Ahora bien, las ventajas están claras: jugadores que no deben preocuparse por mantener una posición fija en el partido, y que pueden dar rienda suelta a su creatividad. En la teoría, esto tendría que derivar en dos posibilidades: que las individualidades se complementen porque la madre naturaleza así lo quiso, entendiéndose a la perfección, triangulando y creando una especie de "jogo bonito", o bien que esto no suceda, y que no se conecten los jugadores en la ofensiva, derivando en una merma futbolística importante, que luego se traduce en los fatales resultados. Con este tipo de forma para ver el fútbol, las cosas pueden salir o muy bien (ganando, gustando y goleando) o muy mal (generando pocas situaciones netas de gol y cayendo en el vicio de la jugada individual).
Por el otro lado, tenemos a la antítesis, se podría decir, del razonamiento "basilesco" y de su forma de ver el fútbol: Marcelo Bielsa. Apodado "Loco" por su obsesión por la táctica, la estrategia y los videos, el ex técnico de Newells, Vélez y Espanyol de Barcelona ha impuesto un estilo en el modo de conducir y dirigir un plantel. Mucha rigidez en los planteos tácticos, mucho pressing, extrema vocación ofensiva y poco lugar para la invención particular de cada uno de sus players. Este último factor fue aquel que lo pone de especial contraste para con la visión del técnico actual del Seleccionado argentino, ya que por un lado están los que defienden la espontaneidad pura, y por el otro los que aman el tacticismo. El Burrito Ortega corriendo al número 3 del equipo rival, Sorín siendo 3, 11 y 9 a la vez, y la imposibilidad ideológica de Bielsa de poner a dos nueves juntos en cancha (en su momento Batistuta y Crespo) fueron algunas de las críticas más fuertes que recibieron los planteos bielsistas. Por otro lado, su título en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 (el primero en ganar ese torneo con la Selección Argentina) más la excelente campaña que había llevado a cabo en las Eliminatorias para Corea-Japón, sin olvidarnos de la actitud de ese equipo plenamente ofensivo (y con aciertos como la aparición de Mascherano, gran apuesta y descubrimiento de Bielsa) son algunos de los argumentos para aquellos futboleros de ley que lo apoyan.
Como se repitió anteriormente, es claro que el partido de hoy no va a demostrar demasiado, más allá de uno u otro estilo visiblemente diferentes en cancha. Que uno sea mejor técnico que el otro no se puede determinar por uno, dos o tres partidos, más teniendo en cuenta la diferencia abismal de calidad de jugadores entre uno y otro seleccionado. Ojalá se inspiren Messi, Aguero y compañía...