El campeonato, en este principio que siempre es incierto, nos regaló los triunfos de los 5 grandes del fútbol argentino: River, Boca, San Lorenzo (qué generoso somos), Racing e Independiente. Algunos ganaron contundentemente, otros con muchas dudas y otros con ayudas que a veces deben ser menos obvias. Repasemos:
Boca: derrotó 3-0 a un Banfield que no demostró la solidez a la cual nos tiene acostumbrados. Con un Palermo emocionadísimo, que convertió 2 goles y rompió a llorar, el Coco Basile dejó bien en claro que no tiene la cabeza puesta solo en la Selección, y que piensa lograr un nuevo título. Fue una victoria justa, porque a los dirigidos por Leeb no se les caía una sola idea, y Boca tocó de muy buena forma la bola durante todo el partido.
River: derrotó a un Lanús que venía envalentonado por la excelente campaña pasada. Con algunos jugadores en un muy buen nivel (Belluschi, Higuaín) y otros que todavía no desmuestran lo que valen o siquiera por qué están en River (Gallardo) venció por 2-0 al conjunto sureño (?). Los goles fueron de Velázquez en contra y del Pipita Higuaín. Con un primer tiempo muy entretenido, gracias a la dinámica de ambos equipos, y un River ligeramente mejor, el partido se definió en el complemento, y al comienzo de éste. Ortega entró en el segundo tiempo y le aportó la calidad que todos imaginábamos.
San Lorenzo: derrotó 1-0 a Gimnasia de Jujuy y no le sobró absolutamente nada. Al conjunto de Boedo, dirigido por Ruggeri, no le interesó atacar en ninguna parte del partido, y se limitó sólo a aguantar los embates de los jujeños, los cuales carecían de profundidad. El gol lo hizo Botinelli, a los 3 minutos de partido.
Racing: fue el que más dudas dejó de todos los denominados "grandes". Ganó pura y exclusivamente por 2 penales (uno extremadamente dudoso, y el otro inexorable) anotados por su goleador Facundo Sava. Chicago fue mucho mejor en los 90 minutos (sobre todo en un primer tiempo a puro toque por parte del Torito) pero no resolvió ninguna de las que tuvo. Merlo empezó con el pie derecho.
Independiente: junto a Boca, de los más claritos. Derrotó 4-1 a un Colón de Sta. Fe que dejó mucho que desear. El buen pie de otras épocas parece haberse ido de ese sector del país, y haber recalado en el conjunto de Avellaneda. Con un Montenegro endiablado en el segundo tiempo, y un Marín que, junto a Orteman, fueron figuras, el Rojo demostró que está para pelear y que no le tiene miedo a nadie.