Sabidos son los problemas que afronta River en estos últimos tiempos: malas elecciones en las compras de los jugadores, deudas millonarias, una Libertadores que no llega y finalmente, la figura de Aguilar como el mayor responsable de todo esto. Pero señores, en el Mundo River no está nada dicho: siempre se puede estar peor. Eso se vió al finalizar el partido ante Racing, cuando los jugadores, aún antes de llegar a la cancha de River, y estando en los vestuarios del Cilindro de Avellaneda, se enteraron de que sus autos habían sido atacados por un grupo de inadaptados (?) que les había tajeado las gomas de sus vehículos. Frente a este hecho, se deducen 3 posibles grupos de sospechosos:
* Los famosos "Borrachos del Tablón", que ante la pobre campaña que viene realizando el primer equipo de River, y la falta de títulos, habría manifestado su descontento de esta manera. Esta hipótesis es bastante poco viable, ya que se comenta que los más poderosos de este grupo son bancados económicamente por la dirigencia millonaria, y no tendrían motivos reales para realizar algo así (al fin y al cabo, en la Argentina de hoy, ser barra es un laburo).
* Una porción menor de la barra de River, que se habría querido dar a conocer e imponerse mediante este tipo de acciones.
* Una "nueva" barra que quiere tomar el mando que actualmente tienen en su poder los Borrachos del Tablón, "Los del Turco del Oeste". Al parecer, este grupo tendría grandes amistades con gente pesada de la barra de All Boys, y querría, mediante todos los medios posibles, hacerse con el poder.
Como si esto fuera poco, Aguilar recibió aproximadamente 10 amenazas de muerte en su domicilio, en el día de ayer, e inevitablemente debió realizar la denuncia policial. Cómo están las cosas, parece que no existe otro camino para descomprimir esta situación que la renuncia del actual presidente de River, José María Aguilar, para dar paso a una nueva etapa.