La racinguización de River

| viernes, agosto 18, 2006


Para todos mis queridos bosteros del orto que tanto me putean a lo largo y a lo ancho de este hermoso mundo virtual (?), va dedicado este post donde me encargaré de vapulear a ese infecto club de fútbol, ese escroto social, ese paupérrimo ejemplo de todo lo que está mal en este mundo llamado Club Atlético River Plate.
Seguramente en el clásico de este domingo se terminará de definir que River se convierte en el nuevo club grande decadente del fútbol argentino, ¿y qué mejor manera de demostrarlo que perdiendo contra el club grande más decadente de la historia?
Pero empecemos por el principio:
Luego de una década de gloria para el pueblo riverplatense como lo fue la de los '90 (atribuída por los que tocan de oído en esto del fútbol a que durante ese período fue presidente de la Nación el mono sirio, famoso gallina), aunque, desde una opinión personal, fue mucho más gloriosa la década del '80 (se era campeón del mundo y se tenía de hijo a Boca), River empezó a pagar con duras sesiones de quimio (?) el cáncer mayor del fútbol argentino desde sus inicios: La inoperancia/corrupción dirigencial.
Los buenos de Davicce y Pintado, famosos ladrones de guante blanco que gozaron las mieles de la década menemista, dejaron un club rebosante de títulos pero destrozado en lo económico.Y claro, qué mejor ante la ida de un corrupto justicialista que un inoperante (y también corrupto) radical. El Dr. Aguilar, en base a desiciones malas, manejos turbios y una convincente forma de mentir, (parecido a lo que pasó en el país, ¿ no?) se dedicó una y otra vez a dar enormes ventajas en un fútbol tan competitivo como el argentino (ventajas que para colmo fueron aprovechadas por el máximo rival del Millonario).
La realidad hoy nos dice que River, un club cuyos hinchas ya ni festejaban los títulos locales por aburguesamiento (?) hoy festejaría hasta una Copa Master, o una Copa de Oro Nicolás Leoz, o... una Sudamericana.
También se puede acotar que es pronto para un análisis tan destructivo, pero desde hace dos años y medio que el club de Núñez comienza una temporada prometiendo ser el River de otros tiempos, y se pincha a mitad de camino por equis motivo (llámese lesiones, metidas de cuernos (?), defensa-flan, etc.) y todo esto sumado al desastre económico que permite la venta de porcentajes de juveniles o la devolución de jugadores por no pagar lleva a desear la pronta destitución (con redoblante por la cabeza incluído) del Pelícano Aguilar y el ferviente anhelo de que Hezbolla se equivoque y confunda a Mario Israel con el Estado Sionista y le clave un Katiushka Alemann (?) en el upite.
Lorna.
Digo... Tachu2k