A mi parecer, esta es la mentira más grande que actualmente está en el fútbol argentino. Una mentira avalada por un ex hincha de Central, ahora empresario (inescrupuloso se ve, como todo empresario) que no se contentó con elegir por sí mismo lo que sería bueno para Central (confundiendo esto con lo que sería bueno para sus interes) sino que también realizó obras funestas, como el despido sin razón (mejor dicho, por ser honesto) de Astrada, un tipo que laburó por Central y logró "ordenar" un plantel lleno de inexperiencia y muchos chicos.
En fin, el querido Paulo que, como figura publicitaria es indiscutible, vendría a representar para Central lo que alguna vez Jardel, en su fugaz paso por el fútbol argentino, representó para su eterno clásico rival. Alguien que sólo es usado para maniobras marketineras, y el cual está muy por debajo del nivel necesario (físico y por consiguiente, técnico) como para participar del alto nivel competitivo del fútbol argentino.
Sinceramente, como hincha neutral en este caso, debo decir que da pena desde afuera ver como un grupo de personas, a las cuales sólo les interesan sus propias arcas de dinero, y no el amor hacia un club tan importante como Rosario Central, van poco a poco llevando a esta institución a épocas negras. Algunos podrán decir que es un poco precipitado hablar de esta forma, pero ya hemos visto lo bueno que hacen los gerenciamientos: ponen y sacan técnicos, hacen negociados con los jugadores que se van y los que llegan, no respetan la tradición del club. En fin, hoy, más que nunca, le digo no a los gerenciamientos y a la gente que intenta llenarse los bolsillos con la ilusión de la gente.