"La vorágine del fútbol argentino y la necesidad de resultados instantáneos se comió otro técnico" diría algún pasquín desesperado por criticar a nuestro fútbol. Sin embargo, en este caso en particular, esto no fue así. Guillermo Rivarola dejó de ser el DT de Olimpo de Bahía Blanca al presentar su renuncia, luego de una charla con el presidente de ese club, y dió sobradas muestras de que no le encontró la vuelta a un equipo que no puede seguir perdiendo puntos. La premisa es clara: si peleás el descenso, no podés "experimentar", y la simpática dirigencia sureña tiene esta costumbre (como alguna vez Alfaro ascendió y no pudo dirigir al equipo, en este caso fue Madelón el desplazado). Si bien en su etapa en Racing a Rivarola le había ido muy bien (subcampeonato en el Clausura 2005) en Olimpo este no fue el caso, cosechando 6 puntos sobre 30 en juego.
"Es una lástima, porque es un hombre trabajador, pero lamentablemente, en el fútbol de hoy, mandan los resultados" dijo el presidente. "Dimos un paso al costado para darle aire a una situación complicada. Era lo mejor, y por eso actuamos de esa manera pese a que con un poco de suerte podríamos haber mejorado nuestra campaña" dijo Rivarola. ¿Entonces muchachos?¿En qué quedamos?