El fulbo nuestro de cada día tiene estas cosas, viejo. En Argentina los técnicos deben convivir con apretadas de los barras, incumplimientos de sueldo por parte de las Comisiones Directivas, jugadores que develan lo que se habla dentro del vestuario, un público que ante los primeros resultados adversos ya comienza a pedir la renuncia. En fin, un conjunto de eventualidades tan lindo que dan ganas de hacer el curso (?). Sin embargo, algunos no sólo tienen este tipo de problemas, sino que le agregan el detalle simpático de: no tener pelotas para hacer fútbol en los entrenamientos, no tener agua caliente para que los jugadores puedan ducharse luego de realizar las actividades físicas, que el estado de la cancha no sea el mejor (justo cuando se intenta pregonar el buen fútbol, por abajo). Esa es la situación que le toca vivir a un tipo honesto y "buena leche" como lo es el "Turco" Mohamed, quien hoy renunció a la dirección técnica de Huracán por estos motivos, y también por la grave división política que existe dentro del seno del club. A su vez, también aclaró que este paso al costado sería beneficioso para el club, ya que un técnico no tan involucrado y con tantos sentimientos a Huracán, que no conociese lo que pasa adentro del club (palabras textuales, que preocupan) podría ser más provechoso al ser "imparcial".
Sin embargo, los hinchas quemeros no se hicieron esperar, y cerca de las 19, un grupo de 400 (no, no eran los 300 (?)) se acercaron a la sede del Club para demostrar su decepción ante la renuncia del DT, y para pedirle a los dirigentes que hicieran recapacitarlo al Turco. Luego de forcejear por un par de minutos con la Policía, los simpatizantes lograron entrar a la sede y hacer su reclamo desde allí. ¿Babington? Estaba en la AFA, escuchando las propuestas renovadoras de "Don" Grondona, que con entradas personalizadas piensa que se va a solucionar la violencia en el fútbol, cuando él mismo la financia (junto a sus secuaces políticos).