La Selección Argentina

| viernes, noviembre 16, 2007


Probablemente este sea un post totalmente autorreferencial, es más, desde este preciso instante, me adjudico todas estas palabras y estos pensamientos como propios (?) pero ayer venía pensando y me di cuenta de algo que me alarmó: la Selección no me interesa.

Si bien este es un sentimiento que muchos sentimos desde hace bastante tiempo, creo que la fecha, básicamente, data desde los Juegos Olímpicos del año 2004, donde Argentina conquistó el máximo honor en esa competencia, y donde poquito tiempo después, Marcelo Bielsa dejaría el cargo de director técnico, luego de vencer a Perú por las Eliminatorias para el Mundial de Alemania 2006. Es cierto: existe una gran influencia por los gustos futbolísticos. Sin embargo, creo que esto es común a varios factores, y no a si dirige Bielsa, Pekerman o Basile. Me parece que durante mucho tiempo estuvo este desapego y esta despersonalización con la Selección Argentina, y mucho debe tener que ver los constantes fracasos que hemos sufrido en los últimos mundiales. Volverse de primera ronda, con el equipo que tenía Argentina en el 2002, no fue fácil para nadie, pero tampoco fue fácil ver a un equipo apático como el del 2006, que si bien llegó más lejos, falló donde venían fallando todos los Seleccionados anteriores: en el momento de la verdad. Qué tendría que haber entrado Messi, que como entró Cruz, en fin, son todas circunstancias; la cuestión es que recién ahora la gente está volviendo a recuperar ese amor propio por ver a la Selección Argentina en acción. Sin pecar de pesimista, veo un gran inconveniente a este sentimiento que vuelve a resurgir: las Eliminatorias. Cada año que pasa, cada año que pasan a ser más trámite para Selecciones del calibre de Brasil, Argentina o Paraguay. No hay equidad, no hay emoción: no hay nada. ¿Alguien puede imaginarse a una Bolivia ganando en suelo argentino?. ¿O a Venezuela ganándole a Argentina, aún como local? Las diferencias son cada vez más grandes entre un equipo y otro, y esto puede jugar en contra del entusiasmo de la gente a la hora de acercarse al Monumental. Creo que la solución, si el campeonato en sí no es atractivo, es "mover" a la Selección a otras provincias, donde se sabe que las ansias y ganas de la Selección pueden más que el partido en sí. De esta manera, creo que se puede volver a encontrar la "identidad" que tenía la gente en todo el país para con la Selección. Es cierto: los intereses unitarios (?) se van a ver bastante afectados, pero es hora de dejar de pensar como uno, y pensar como todos los que somos.