Justificación número uno: Lanús mantuvo una regularidad fantástica para un equipo chico. Regularidad que, en medio de un campeonato parejo (hasta la fecha 16 aproximadamente) resultó ser clave.
Justificación número dos: El Granate posee una coherencia dirigencial que lo convierten en uno de los clubes mejor administrados del país.
Justificación número tres: El Equipo del Sur mantiene desde hace largo tiempo (cosa que no sucede en otros clubes) a un mismo cuerpo técnico. Un mismo proyecto.
Justificación número cuatro: Los jugadores. Un equipo de esos que quedarán en la memoria pese a no tener apellidos rutilantes. Con puntos altos como los de Chiquito Bossio, Maxi Velázquez o el campeón Sub-20 Lautaro Acosta. Y altísimos como los de Valeri y Sand.
Justificación número cinco: El título logrado por Lanús alegra a más cantidad de gente que a la que la entristece (?). Y, a diferencia del título de Estudiantes del año pasado, se trata de un equipo que logra el título máximo del país por primera vez en su historia.
Simple, conciso, y claro.
Felicidades Chicos. Felicidades Campeón.