En el marco del flojo torneo argentino B, única posibilidad de ver fútbol de “nivel” para los habitantes de muchos lugares del país (por la ausencia de un torneo nacional federal de AFA) otra vez la barbarie y la intolerancia volvió relucir.
En las cercanías de San Nicolás se disputó el pasado domingo 19 el partido entre el conjunto local de La Emilia y Estudiantes de Río Cuarto. Este último necesitaba imperiosamente el triunfo para no perderle pisada a los dos punteros pero no llegaba en las mejores condiciones; el equipo “celeste” no había entrenado por falta de pagos y la conflictiva semana que le tocó afrontar al plantel de Estudiantes por una deuda salarial que mantiene la dirigencia concluyó de la peor manera: con una durísima derrota para las aspiraciones de clasificar en la zona C del Argentino B.
Por estar suspendido, el técnico “celeste” tuvo que observar y dar las directivas desde la tribuna en donde estaban alojados los más de setenta simpatizantes del equipo riocuartense. El DT -cuando dio la indicación de un cambio- recibió un golpe desde atrás (puñetazo en la sien) y cayó desvanecido, allí fue que algunos integrantes de la barra comenzaron a golpearlo a las patadas. Víctor Cabello no sufrió lesiones de consideración pero se lo vio muy “shockeado” por la situación que le tocó vivir en medio del partido que su equipo perdió en La Emilia 1 a 0.
Una vez más vemos que en cualquier cancha y por cualquier campeonato la intolerancia de los “simpatizantes” se adueña del fútbol y lo tiñe del peor color. Esto es fútbol y si bien todos nos alegramos, amargamos, lloramos o reímos sin parar no tiene porque ir mas allá. No tienen ningún sentido las agresiones físicas a un tipo que hace lo que puede con un plantel de escaso presupuesto y al cual se le adeuda gran parte del sueldo.
Hecho por Rifle
En las cercanías de San Nicolás se disputó el pasado domingo 19 el partido entre el conjunto local de La Emilia y Estudiantes de Río Cuarto. Este último necesitaba imperiosamente el triunfo para no perderle pisada a los dos punteros pero no llegaba en las mejores condiciones; el equipo “celeste” no había entrenado por falta de pagos y la conflictiva semana que le tocó afrontar al plantel de Estudiantes por una deuda salarial que mantiene la dirigencia concluyó de la peor manera: con una durísima derrota para las aspiraciones de clasificar en la zona C del Argentino B.
Por estar suspendido, el técnico “celeste” tuvo que observar y dar las directivas desde la tribuna en donde estaban alojados los más de setenta simpatizantes del equipo riocuartense. El DT -cuando dio la indicación de un cambio- recibió un golpe desde atrás (puñetazo en la sien) y cayó desvanecido, allí fue que algunos integrantes de la barra comenzaron a golpearlo a las patadas. Víctor Cabello no sufrió lesiones de consideración pero se lo vio muy “shockeado” por la situación que le tocó vivir en medio del partido que su equipo perdió en La Emilia 1 a 0.
Una vez más vemos que en cualquier cancha y por cualquier campeonato la intolerancia de los “simpatizantes” se adueña del fútbol y lo tiñe del peor color. Esto es fútbol y si bien todos nos alegramos, amargamos, lloramos o reímos sin parar no tiene porque ir mas allá. No tienen ningún sentido las agresiones físicas a un tipo que hace lo que puede con un plantel de escaso presupuesto y al cual se le adeuda gran parte del sueldo.
Hecho por Rifle