Es Oficial: "Futbol y algo mas" ha dejado de existir
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Los torneos de verano
Esta columna va apuntada a otro factor. No se trata del efecto que provoca esta clase de torneo en la gente, sino mas bien en lo que termina provocando en los protagonistas de él: llámese jugadores, cuerpo técnico o dirigentes. La pregunta es la siguiente: ¿son realmente necesarios? ¿Tienen alguna función? ¿Otorgan más ventajas que desventajas a los que participan de ellos?
Para empezar a analizar la cuestión, queda claro que el momento en el cual se disputan no es el mejor. Con solo decir que comienzan entre 3 y 5 días después de que arrancó la pretemporada de los equipos, y finalizan apenas unos días antes de que comiencen los partidos por los puntos, el punto se justifica a sí mismo. Es una etapa en donde los jugadores están “duros” (que fea expresión esta) y se asume que no van a poder estar al máximo en cuanto al nivel técnico/futbolístico. El miedo a una lesión es recurrente y no es coherente arriesgar a todos los jugadores en pos de un resultado que no brindará nada… ¿no brindará nada?
Hace mucho tiempo ya, los Torneos de Verano solo significaban una forma más de recaudar dinero, por sobre todas las cosas, y por otro lado (el menos importante) una forma de que los equipos vayan encontrando la mejor forma futbolística de cara al nuevo campeonato. Titulares, suplentes o mezclas de ambos disputaban los encuentros para poder aceitarse en la faz técnica, y de paso se exhibían ante un público que no siempre tenía la chance de poder verlos. Hoy por hoy, la mayoría de los equipos (al menos los de técnicos más cautos) eligen poner mayoría de suplentes o algún equipo combinado para seguir con los fuertes entrenamientos en los días posteriores al partido. ¿Sigue siendo así en la actualidad?
Ya hemos visto lo que puede generar un Superclásico “amistoso” teóricamente, de verano, que no tenía “demasiada importancia”. De un lado, un equipo que se siente renovado por la performance que tuvo ante su clásico rival y sobre todo por la forma de lograr el resultado. Del otro lado, más dudas que certezas. Todo un aparato mediático esperando la renuncia de un técnico que está en la cuerda floja desde hace ya mucho tiempo. ¿Tan grave es perder un partido de verano? La pregunta tiene que ver con la forma más que nada. Si el partido hubiese tenido el mismo resultado pero un desarrollo diferente, hubiese molestado en todos los hinchas del equipo perdedor, pero no sería la muerte de nadie. Sin embargo, si tu eterno rival te pasea en gran parte del partido y no te hace más goles solo porque no tiene un delantero de área como la gente, ahí es cuando empiezan los problemas. Hoy por hoy, los partidos de verano pueden sentenciar la suerte de un técnico de trayectoria como Alfio Basile, y esto nos dice algo…
Personalmente pienso que este tipo de torneos, movidos por la avaricia y por el marketing, solo benefician a unos pocos. Los clubes no ganan demasiado y, en cambio, se arriesgan a perder mucho. Malestar en la gente, bronca de los hinchas y técnicos con la soga al cuello son una combinación que, de cara a un comienzo del torneo cada vez más próximo, pueden desencadenar en un problema de magnitudes mayores en muy poco tiempo. Al fin y al cabo, los que mejor se preparan son aquellos que hacen la pretemporada en tiempo y forma, tienen 3 o 4 partidos amistosos sin demasiada cantidad de gente o de medios presionando, y luego llegan en óptimas condiciones a disputar el primer encuentro del torneo. Entonces: ¿valdrá la pena que sigan existiendo los Torneos de Verano?
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Y Bielsa nos clasificó otra vez....
Muy contrario a lo que evaluó la prensa sobre Carlos Amarilla, la Celeste se salvó de quedar con 1 menos en el 1º T cuando Maximiliano Pereyra debió ser expulsado por doble cartulina cuando lo atendió a DiMaría en el banderín, a lo que el hombre de negro asentó los ademanes del rústico defensor con un "no pasó nada". Tampoco tarjeteó por reiteración a ninguno de los volantes orientales, pero eso ya es otro cuento.
El gol de Argentina fue anedótico. Lo realmente interesante fue la manera en que el equipo (no Maradona, sacado desde la línea) administró la ansiedad rival y fundamentalmente la propia en un partido que por momentos invitaba a la corajeada, tal cual lo evidenció Angelito en varias ocasiones.
El Diez encontró el equipo justo sobre la hora (¿él o Verón?), cuando el agua le llegaba al cuello. Parece tener un Dios aparte este malhablado señor. Desde lo más profundo de mi corazón deseo que la selección se alce con la Copa del Mundo, pero opuestamente deseo que no lo haga Maradona, porque si eso sucede, Diego tumba la casa rosada, construye una pirámide.... y a "adorar a la deidad, simples mortales sobadores"...
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Insultos a Pasman
El F.C.Barcelona sigue igual
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¿Dará huevos la gallina?
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¿Que te pasa Pato?
Personalmente Abbondanzieri no es un arquero que me deslumbre, no me lo imagino que pueda volver a pelear por un puesto de los tres arqueros del seleccionado, pero cuando volvió a Boca me pareció una decisión acertada por parte de los dirigentes Xeneizes.
Y ultimamente el arquero experimentado parece en jaque por los dos goles recibidos ante el Manchester United. El primero, si bien no tiene culpa alguna ante el magnífico tiro libre ejecutado por Anderson, es llamativa la imagen de un arquero clavado, sin reacción alguna. Y el segundo gol, no hace falta decir nada.
Es que el mayor exponente de la crítica está en que el Abbondanzieri de hace unos años atrás sacaba pelotas que hoy no saca.
Considero que los goles recibidos en el último partido no son para crucificarlo como hacen todos los canales ("Boca busca arquero", "Orion cerca de Boca"), grandes arqueros han tenido errores similares y se han sabido recuperar. Oliver Kanh por ejemplo, el de la final del mundo en el 2002. El unico error que tuvo en todo el mundial derivó en el gol de Ronaldo, perdiendo así la Copa.
A propósito del mejor arquero que ví en mi corta vida, se debe haber olvidado del error que costó la copa del mundo al afirmar que Abbondanzieri "tiene que superar un trauma" ya que en esa cancha ya había recibido goles atajando para el Getafe español.
LA CLAVE:
El Pato tiene mucha experiencia para reponerse, pero su problema es puramente fisico. En todos los goles de tiro libre que recibió el Pato, no se despega del piso en el salto. Eso con una buena pretemporada acentuada en lo físico, puede solucionarlo.
El momento financiero de los clubes argentinos y la solución al problema
En estos últimos días fue usual ver a la mayoría de los diarios, programas de televisión o radio, plagados por este ¿nuevo? fenómeno que se vislumbra en nuestro fútbol argentino y que tiene que ver con las deudas que mantienen los clubes con sus jugadores. Desde los medios, pareciera que nos intentan vender una película como nueva, cuando ya se estrenó hace rato, y se vio en decenas de instituciones. El tema de los clubes inhibidos por las deudas que sostienen con sus empleados no es novedad, y es pura y exclusivamente culpa de los dirigentes que tenemos.
El caso modelo, hoy por hoy, de lo que no se debe hacer al manejar una institución se refiere al Club Atlético San Lorenzo de Almagro, uno de los denominados grandes del fútbol argentino (más allá de los logros internacionales que haya o no logrado). En su afán por lograr este objetivo que se transformó en obsesión (la Copa Libertadores de América) Savino accedió a recibir jugadores de renombre que Tinelli acercaba (en forma totalmente limpia, uno quiere creer, y sin intereses personales en juego) y descuidó la economía del club. El comentario de la mayoría de los hinchas del fútbol argentino cuando CASLA intentó 2 veces (2008 y 2009) armar una especie de Dream Team era: ¿cómo harán para pagarle a los jugadores? D´alessandro, Bergessio, Ledesma, Botinelli, Silvera, más algunos contratos altos del club (Orión, Aureliano, A. González, etc.) solo fueron algunos de los nombres que estuvieron bajo la controversia. Las ediciones de la Copa Libertadores pasaron y los éxitos nunca llegaron. Recordado es el escándalo que se armó previo al partido de vuelta ante la Liga de Quito (campeón 2008 de la Copa) por temas monetarios, algo que no cayó bien en los hinchas azulgranas. Hoy por hoy, San Lorenzo está pagando este “veranito” que decidió tener, sin pensar en las consecuencias, con el pase de algunos jugadores que, en otro momento y en otras circunstancias, podrían haberle significado generar ingresos (A. González, Tula, Orión, etc.). La mayor crítica que uno recibe cuando expone el claro problema que tuvieron los de Boedo viene por este lado: “se critica algo que, de haber tenido éxito, hubiese quedado en el tintero”. Y acá es cuando está la gran equivocación. Cualquier futbolero de ley, que tenga que administrar las cuentas en su casa, se da cuenta que un éxito deportivo pasajero no justifica una economía desprolija. Existen cientos de casos en este sentido (pregúntenle a Quilmes como terminó luego de jugar la Copa Libertadores o al Vélez post 90, con contratos millonarios para las estrellas que permanecieron en el club) pero lo importante es destacar y hacer foco en lo siguiente: se gane o se pierda, el camino que tomó San Lorenzo y también varios clubes más (Independiente en el 2002) es errado. El futuro está claro: orden, prolijidad e inferiores.
Acá es cuando aparecen aquellos clubes que, hoy por hoy, se puede decir que son sanamente envidiados por los hinchas de instituciones desordenadas: Lanús, Vélez y Estudiantes. El camino de los dos primeros es bastante similar, con el equipo del Sur tomando esa forma de conducir que había tenido Raúl Gámez en el club de Liniers, y apostando a ese patrimonio del club tan importante, el MÁS importante, que se llaman “inferiores”. El equipo que ahora conduce Zubeldía tuvo que estar bastante mal para darse cuenta que dejar que Gorosito en su momento (o quien fuere) trajese a Fioretto, Tilger u otras glorias del fútbol argentino (?) no era el camino correcto, y si lo era apostar a lo propio. Vélez, sin ir más lejos, tuvo una época nefasta, luego del campeonato logrado en el 98´, debido a los sueldos excesivamente altos de jugadores veteranos y vetustos en cierto modo como Zandoná, Sotomayor, Cardozo, Compagnucci, Morigi, etc. y no tuvo otra opción más que dejarlos libres y empezar de cero. Resignó éxitos deportivos por varios años (2000 al 2005) y dejó de incorporar prácticamente jugadores, para nutrirse solo de sus inferiores. Hoy por hoy, la forma de mantener la economía de un club es invertir en sus juveniles, y, le pese a quien le pese, vender 1, 2 o 3 jugadores por año para paliar el déficit crónico que tienen absolutamente todos los equipos del torneo argentino. ¿Qué debería ser diferente? Seguro, pero es claro que un dirigente debe pensar con la cabeza y no con el corazón. No se puede hipotecar un club en pos de un sueño que para nada está asegurado (ver caso San Lorenzo) y tampoco se puede gastar a diestra y siniestra, en jugadores varios (caso de Independiente) solo para ver si uno tiene suerte. Que se entienda de una vez por todas: la improvisación no le gana al orden institucional. Los éxitos deportivos, cuando un club está ordenado, llegan tarde o temprano. Los engendros multimillonarios históricamente no han resultado (preguntarle al Dream Team de los Zidanes y Pavones) y en este momento la crisis no permite siquiera pensar en otra salida que no sea el ahorro y la organización. Es la única forma de asegurarse algo tan importante como la continuidad y la estabilidad.
Para otro momento quedará el análisis de lo válidos o no que pueden ser los reclamos de aquellos jugadores que piden aquello que se les prometió (¿eran conscientes de que iba a ser casi imposible cobrarlo? ¿Por qué firmaron igual?). Hoy por hoy, la AFA debe poner mano dura y, si los clubes no saben administrarse, debe marcarles el camino a seguir o dejarlos de lado. Los clubes no deben entrar en una vorágine monetaria ridícula, y no se pueden jugar el prestigio que forjaron a lo largo de toda su historia sólo para conseguir éxitos deportivos. También vale la aclaración del poco control de las gestiones que se realiza una vez finalizadas las mismas. Hoy por hoy, un dirigente puede hacer desastres al mando de una institución, y salir impune por esto.
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Huracán... te robaron!
¿Hace falta que digamos algo?
Definitivamente el campeonato NO estuvo comprado, Vélez no tuvo mala intención, la dirigencia (quizás una de las mas honestas de Argentina) de Velez tampoco, el partido tampoco estuvo comprado, Brazenas simplemente se equivocó, no se vendió... ¿pero era necesario semejante final? ¿era necesario manchar de semejante manera al título conseguido por los de Liniers?
La nota negra lo dieron algunos hinchas de Vélez agradeciéndole al referi del partido el "favor". Es que los dos errores puntuales (gol mal anulado a Huracán y gol convalidado a Vélez cuando hubo falta en realidad) determinaron para que lado partió el título.
Brazenas se equivocó, como cualquier otro humano lo puede haber hecho. Pero se supone que un árbitro está a la altura de las circunstancias, esta vez no fue el caso.