La figura del Mánager: ¿sirve o no sirve?

| martes, enero 06, 2009


Cristian Bassedas en Vélez, Dezzoti en Newells, Carlos Bianchi en Boca, Pedrag Mijatovic en el Real Madrid, Bilardo en la Selección Argentina y la lista sigue. Muchos ex jugadores vinculados fuertemente en cuanto al factor sentimental para con determinados clubes han tomado la costumbre, en los últimos tiempos, de asumir nuevos roles. Sin embargo, luego de darle varias vueltas al asunto, uno desemboca siempre en la misma pregunta: ¿para qué sirven los directores deportivos o "managers" en los clubes de fútbol?.

Algunos los menosprecian, otros los acusan de lucrar con el club "de sus amores", pero lo cierto es que el manager, esta nueva figura que ha aparecido en el ámbito local (en el ámbito internacional hace rato que existe) está tomando trascendencia. Cristian Bassedas, por ejemplo, en su asunción como director deportivo de Vélez Sarsfield, tradujo las funciones del manager de la siguiente manera: "es la parte más deportiva de un dirigente, y la más dirigencial de un jugador o un técnico". El manager vendría a ser el nexo entre el técnico y los jugadores con la dirigencia. A priori, uno pensaría que basta con que el técnico levante el teléfono o se reúna con el presidente del club para solucionar determinados asuntos como la contratación de determinados jugadores o la desvinculación de otros, pero pensándolo fríamente, es claro que nunca está de más la opinión de una persona "desde afuera", que no tenga sentimientos para con los jugadores involucrados de por medio, ni algún tipo de prejuicio.

¿Es necesario que el manager esté identificado con el club?. La lógica dice que lo más coherente para un puesto así es que el indicado esté identificado para con el club, y que entienda "la idiosincracia de la gente". Cómo vive, como siente, qué le gusta o qué no le gusta al hincha. Personalmente, me parece que este requisito no es excluyente. Hay algo que es claro: el que entiende de fútbol, entiende en el club en el cual fue ídolo o un personaje importante o en cualquier otro club. Sí se puede argumentar a favor de la postura que exige esta identificación con el club, que generalmente aquellos que conocen la Institución tienen más contacto con sus hinchas y pueden entender o comprender de mejor forma qué pretenden para el club de sus amores. En este sentido, es muy discutible esta cuestión. La realidad indica que en la mayoría de los casos, los managers son ex jugadores muy compenetrados con el club, y que lo conocen en profundidad.

¿Cómo afecta esta figura al técnico vigente?. Éste es otro de los temas que son objeto de discusiones interminables. Si uno se lo pone a pensar detenidamente, hay que distinguir entre una situación y otra situación. No es lo mismo la llegada de Carlos Bianchi a Boca Juniors, con todo lo que sus éxitos pasados significan para el público xeneixe, que la llegada de Cristian Bassedas a Vélez (por citar un ejemplo). Hay que poner las cosas en contexto, y muy probablemente el primer pensamiento de muchos boquenses cuando oyeron la noticia de la vuelta del Virrey soñaron con verlo como DT nuevamente (cosa que no pasó en la otra situación). Es importante que estén bien delimitados los roles, algo que al parecer sucede en el caso del ex técnico multicampeón con Vélez y Boca, quien hoy dijo bien clarito: "Hay tres cosas en las que no me voy a meter: en la formación, en los entrenamientos y en la táctica". Más claro, echarle agua. El manager únicamente se tiene que limitar a acercar opiniones, quejas o ideas entre la Comisión Directiva, el cuerpo técnico y los jugadores. Desde el momento en que surjan sospechas con una posible cama del manager para con el técnico, la función deja de tener eficiencia.

La discusión está ahí, latente. Con el tiempo, los resultados darán sus frutos o no. Vos, qué pensas: ¿sirve o no sirve el manager para el fútbol argentino?.