2do partido del triangular: Boca 3 - San Lorenzo 1

| domingo, diciembre 21, 2008


Luego de muchas especulaciones, de dimes y diretes, de algunos diciendo que a Boca le convenía empatar, de otros diciendo que Boca "siempre salía a ganar", y de Tigre soñando con un triunfo boquense, se enfrentaron en el día de ayer Boca y San Lorenzo, dejando como saldo la victoria del primero sobre el segundo por 3-1, con goles de Viatri, Palacio y Chávez para el Xeneixe, y Solari para el Ciclón (gracias a un grueso error del arquerito García).
El partido tuvo de todo: lesiones, expulsiones, mucho nervio y varios goles. Si uno tiene que hablar de merecimientos o del equipo que mejor jugó, se complica bastante. La verdad es que, siendo una final, se jugó como tal. Mucho meter, mucho poner, pero de buen juego poco y nada. Haciendo un análisis que requiere de un subjetivismo estrecho, se puede decir que San Lorenzo jugó mejor en el primer tiempo, que pudo hilvanar algunas jugadas pero que nunca tuvo la capacidad necesaria para dar la puntada final. Boca, por su parte, extrañó mucho a un Riquelme impreciso, pasivo y hasta abúlico en ciertas partes del encuentro. Se dejó anticipar muchísimas veces y no estuvo fino para asistir a sus compañeros. No fue éste el caso de un Dátolo, por citar un ejemplo, que estuvo muy activo en la mayor parte del encuentro, y de cuyos pies vinieron los pases previos a los dos últimos goles del Xeneixe. Otro que también se destacó en Boca fue el paraguayo Cáceres, que estuvo muy firme e impuso su personalidad. Por el lado de San Lorenzo, lo mejorcito fue sin dudas Bergessio. Molestó, empujó y presionó hasta donde pudo, y fue de lo más peligroso en el ataque. Sin embargo, se pasó de revoluciones, cual Carlitos Tévez en las Eliminatorias, y se fue a las duchas. En general, todo el conjunto de Miguel Angel Russo estuvo demasiado nervioso, protestón (?) y con jugadores que le faltaron constantemente el respeto al buenazo de Baldassi (entre ellos, Barrientos, un pendejo malcriado (?) simulador y mala leche). Boca estuvo más tranquilo y eso rindió sus frutos. No se desesperó luego del grave error de Javier García que le dió el empate a CASLA, y encontró el segundo gol de la mano del otrora mejor jugador del plantel boquense, Rodrigo Palacio. El ex Banfield entró, y a pocos minutos le dió la ventaja parcial a su equipo, demostrando lo importante que podría haber sido de estar en condiciones físicas aceptables durante el resto del torneo.
Lo cierto es que en un primer tiempo levemente favorable a San Lorenzo, y un segundo tiempo absolutamente de Boca, este último se llevó una victoria importantísima, que le da la chance de definir mano a mano frente a un Tigre diezmado, sin Islas ni Castagno, pero con la fe intacta. Por el lado de Boca, vale aclarar que Riquelme no podrá ser de la partida el martes, ya que llegó a la 5ta amarilla. Las cartas están en la mesa. Se define el martes. ¿Quién será el campeón?