Del Potro vapuleó a Ferrer

| viernes, octubre 03, 2008


En un partido que sirvió a modo de antecedente en vísperas de la final de la Copa Davis que se disputará en nuestro país en el mes de noviembre, Juan Martín Del Potro derrotó claramente a David Ferrer, el número 5 del mundo (no hay que perder de vista estos detalles) por 6-1 y 7-5. Sí, señor, leyó perfectamente bien: el tandilense se sacó de encima "como quien no quiere la cosa" a uno de los 5 mejores jugadores del mundo, y llega en un estado más que óptimo para ayudar a Nalbandian y al resto del equipo argentino a llevarse la Ensaladera de Plata.
Uno desde acá ya ha expresado las virtudes que posee este chico de tan solo 20 años y no va a descubrir América si se anima a decir que hoy, Juan Martín es uno de los 3 mejores jugadores del mundo. Y probablemente a las personas que no sigan de cerca el tenis mundial les suene a una expresión más de un pseudo-periodista con ánimos de exagerar lo bueno, y sobredimensionar aún más lo malo, pero es la realidad: los resultados y su nivel lo avalan. En el primer set del día de ayer (noche de Argentina) Ferrer, como se dice comúnmente en el barrio en los picados, "no la pudo ni tocar". Sencillamente no tuvo respuestas para un Del Potro que salió a comerse al rival y lo martirizó con una derecha cruzada que no da respiro. En el segundo set, en cambio, Ferrer intentó enmarañar el partido, como él sabe hacerlo, cambiando estilos, alturas, efectos, pero Juan Martín siguió muy sólido y no le dió una sola chance.
Por otro lado, la frutilla del postre fue la superficie en la cual se derrotó al que sería casi con plena seguridad el segundo singlista del equipo español de Copa Davis: un piso muy rápido, incluso un poquito más lento que el que pondría el equipo argentino (sería carpeta) y con una pelota que pica y sale disparada como chicotazo. Es sabido: mientras más rápida pueda confeccionarse la superficie, más chances vamos a tener de llevarnos la Ensaladera. Con el saque y la potencia de los golpes de Del Potro, y la experiencia de David en superficies duras (después de todo, nació con una en el fondo de su casa) será vital este aspecto.