Wanted: 9

| jueves, septiembre 25, 2008


Charlando con mi amigo Juan en nuestra asidua caminata por el Parque Independencia, seguimos haciendo leña del borracho caído con respecto a las falencias de la selección nacional. Ambos coincidimos en que por más de que "Agüero es el goleador de España", la necesidad de una torre que meta miedo en el área se hace más evidente frente a equipos de verdadera relevancia internacional como Alemania o Inglaterra.

Es difícil imaginar como haría el Kun para arreglárselas en un partido chivo 1-o abajo frente a los teutones donde por lo general la mejor herramienta para llegar al gol es el centro a la cabeza (Bielsa se las sabe todas, gente). La liga española no es parámetro, ya que las defensas son de las más frágiles de Europa.

En todo caso, es relevante presentar variantes en un partido. Cuando el argumento es uno solo, se pierde sorpresa y se depende exclusivamente del talento de los futbolistas. En el partido contra Perú, el marcador de punta izquierdo le tomó el tiempo a Messi y allí terminó todo. No se le caía una idea a la selección y Basile cruzado de brazos en el banco. Una escena deprimente.

El trabajo del 9 de área es exclusivamente para tipos aguerridos de contextura física imponente. Si la pisa, mejor, pero más que nada debe tener un gran sentido colectivo y sin lugar a dudas debe saber jugar de espaldas al arco. Otro factor determinante para el plantel nacional actual, es que no debe ser una estrella, ya tenemos demasiadas vedettes. Además debe ser un ganador, alguien que vaya por la gloria.

Ahora, yo me pregunto, ¿tenemos alguien que reúna esas condiciones?

Varios se me ocurren. Figueroa, Pavone, Cavenaghi, Sand, Palermo, Fabbiani, son jugadores de experiencia que si bien no tienen "chapa de selección" como el yerno del 10, tienen lo que hace falta. Tienen los elementos necesarios para cubrir ese puesto. Se le hace difícil al Coco resignar buen pie en el 11 titular, pero alguien se tiene que ensuciar las manos además de Demichelis y Mascherano. Alguien debe hacer el trabajo sucio. Tener un tipo de 1,90 m con 85 kilos como el "Ogro" que te aguante la pelota a 80 metros de tu arco es una tranquilidad para todo el equipo y una gran preocupación para el rival. Ni hablar de un cabeceador de la altura del "Titán", con más mañas que partidos en primera. O la velocidad y potencia del "Tanque" Pavone y del "Torito" Cavenaghi.

Es menester que Basile convoque a esos jugadores, a los que por falta de habilidad, desarrollaron un sexto sentido para el gol y se acostumbraron a meterla con cualquier parte del cuerpo.