Se acabó

| jueves, septiembre 04, 2008


Así es, se acabó la ilusión de Juan Martín del Potro en el US Open. Y con la ilusión también se fueron las seguidillas triunfales que reforzaban la posibilidad cuasi utópica de que este excelente proyecto pueda coronarse ante animales de la talla de Rafael Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic en este, el último Grand Slam del año.

De antemano se sabía que era un partido difícil, ante un rival que está atravesando un momento brillante y que cuenta con recursos suficientes para complicar a cualquier jugador del circuito. Para colmo, existía una rivalidad marcada entre estos dos jugadores, que se arrastraba desde la época de los torneos juveniles, cuando Murray ya dominaba al tandilense en los enfrentamientos.

Del Potro arrancó con un nível muy flojo, perdió su saque enseguida y debió remontar un 0-3 inicial que hizo cuesta arriba el trámite, pero se repuso y con un buen juego de fondo de cancha logró quebrar el saque del escocés en dos oportunidades y ponerse 5-4 arriba, con su servicio para llevarse el set. Pero un nuevo quiebre de Murray llevó el desenlance a un tie-break, en el cual el británico arrasó y no le otorgó chances a Juan Martín, derrotandolo por 7-2.

En el segundo set, el partido se desarrolló por los mismos cauces, Murray se dedicó a variar su juego e intentar desgastar al argentino, y luego de dos quiebres mutuos, nuevamente fue el tie-break quien vio al escocés apabullar a Del Potro con un contundente 7-1 que, a esa altura, parecía dilapidante.

Todo parcía encaminado hacía la victoria en sets corridos para el número 6 del mundo, pero a pesar de estar un quiebre abajo, Del Potro resurgió de sus cenizas y logró ganar el saque de su adversario en dos ocasiones y cerró el tercer set con un 6-4 que lo ponía de nuevo en partido, dejando atrás momentaneamente su desgaste físico y agotamiento.

Pero esa remontada soñada por Del Potro comenzó a diluirse al ver como se le escapaban los puntos más sencillos. Para colmo, el escocés parecía haberse convertido en una muralla que devolvía todo lo que cruzase por encima de la red. Sin embargo, el juvenil argentino consiguó llegar a instancias definitorias al igualar en 5 el último set, pero luego del mantenimiento del saque por parte de Murray y de luchar durante un largo game, el quiebre fue inevitable.

Si bien es natural sentirse inmerso en una sensación de bronca absoluta por haber perdido un encuentro que duró casi cuatro horas, la actuación de Del Potro en estos últimos torneos ha sido sensacional y se augura por un futuro lleno de alegrías para este chico que recién está dando sus primeros pasos dentro de la elite del tenis. Como si fuera poco, a partir de la próxima semana ya se encontrará entre los 15 primeros del Raking ATP con tan solo 19 años, logro destacable y que debe y tiene que provocar un orgullo enorme en su persona de cara a lo que viene: la Copa Davis.