EL GRAN PROBLEMA OLÍMPICO ARGENTINO

| miércoles, agosto 20, 2008

Cuando uno ve los deportes populares en Argentina, es común ver como peleamos ahí arriba. Léase fútbol, básquet, hockey femenino (al fin y al cabo, es el deporte más jugado por mujeres) rugby (éste último no entra en las disciplinas olímpicas, por ahora) y tenis.

Más de una vez escuché decir abiertamente en la calle "Ehhh, que grande, somos los mejores en todo", cuando ganamos. Y cuando perdemos, somos la vergüenza mundial. En eso tenemos algo de parecido en nuestros vecinos uruguayos. Ganamos-Somos Dios, Perdemos-Somos villanos.

De todas maneras esa última afirmación poco tiene que ver con el meollo de este artículo.

Que somos los mejores, que estamos siempre ahí peleando. Pero vienen los juegos olímpicos y ahí estamos. Últimos en el medallero. Si bien recién ayer, por el oro obtenido por la dupla ciclística Curuchet-Perez, pudimos abandonar esas posiciones; tampoco nos sobra nada, estamos 40.

Y vemos que hay competencias y competencias, pero que no tenemos competidores. Atletas que van y participan sabiendo que no pasan de la primera ronda. Nos representan y poco parece importarnos. Porque cuando Ale García está ahi compitiendo todos hacemos fuerza para que salte un poco más alto y llegue a competir al menos contra la Rusa Yelena Isinbayeva, pero luego de los JJOO difícilmente pocos sepan en que anda la garrochista, y pocos la conozcan en la calle.

¿Que papel cumple el gobierno? A nivel de importancia, es el principal responsable. Es que en argentina NO HAY POLÍTICA DEPORTIVA directamente.

Ninguna disciplina deportiva cuenta con el apoyo gubernamental. Ni siquiera el fútbol: es que este deporte es tan popular que se autoabastece solo, más allá de que sea un deporte profesional.
Hockey, Rugby, deportes populares pero no profesionales, tienen los problemas ya conocidos por todos: absolutamente todos los gastos tienen que ser pagados por las mismas deportistas, salvo que alguna que otra beca, que recibirán palos, u otras cosas, pero viajes, alojamientos, todo representa una gran dificultad. El mayor problema lo representa el día a día. Uno, si quiere estar entre los/las mejores del mundo, tiene que entrenar todos los días doble turno. ¿Y cuando se trabaja? Hay que comer y vivir. Entonces a entrenar de tarde y trabajar de mañana. Y cuando jugamos contra Australia a rogar que tengan un mal día las otras.

Hace unos cuantos días hablé con la ex "Leona" Vanina Oneto y me comentaba que tampoco pueden hacer mucho para presionar al gobierno para la profesionalización de ese deporte, o al menos para que pasen una beca mensual de por lo menos 600 pesos. Ese tiempo de presión, ir al obelisco a cortar la 9 de julio (?) salir en la TV frente al Congreso peleando, es tiempo seguramente perdido, que aunque no parezca cansa, y al fin y al cabo es tiempo de entrenamiento perdido. Tiempo que pierden para poder estar más cerca de las mejores del mundo, repitiendo el error nuevamente y perdiendo la posibilidad de pelear por una medalla en los próximos JJOO.

Ni hablar de deportes como Natación, Atletismo, Gimnasia, Judo, Remo, Tiro, etc etc etc etc etc... Ellos no tienen posibilidad de nada, están simplemente sujetos a sus condiciones natales sobre el deporte y sobretodo a las posibilidades económicas de la familia, de tal manera que lo banquen.

Así es como en EEUU es todo lo contrario: tienen 80 medallas en los Juegos actuales y contando. Aunque es cierto que los norteamericanos se van al otro extremo, habiendo casos de que en las Universidades muchas veces "hacen aprobar" exámenes con tal de que sigan en esa institución por el talento que tienen.

Se me viene a la mente una anécdota. Dos inviernos atrás viajaba a Mendoza de vacaciones, y mi acompañante de asiento era un chico muy amable y hablando me entero de que se trataba de Sebastián Melchiori, gimnasta artístico, de los mejores que representa nuestro país. No sólo que no lo reconocí, ni aún cuando me dijo el nombre (lo cual como periodista deportivo me avergüenza mucho) sino que me contó todos los problemas que tienen día a día para estar en un nivel de competencia mundial. Para que se imaginen, el viajaba solo, sin entrenador, a un campeonato nacional en un gimnasio importante en Godoy Cruz. Él mismo se tuvo que pagar su pasaje y su alojamiento y no pudo pagarle siquiera a su entrenador. Conclusión: va y participa solo. Con lo necesario que debe ser tener al menos a un ser querido.

Mientras siga esta política (que no existe de hecho) el deporte argentino arañará 2 o 3 medallas por Juegos Olímpicos, alguna quizás de algún deporte no profesional. Pero no aspiremos a más de eso...