El quirófano: Número 1

| lunes, agosto 18, 2008



El fútbol argentino sigue en decadencia. A las pruebas me remito: basta con ver al puntero del campeonato, una institución que siempre dio lástima en primera pero con un técnico triunfador (en el ámbito local, porque de Europa le pegaron una patada en el traste como a todas las estrellitas cheneizes).
Mirá que para que la estrella del equipo sea Diego Castaño (la versión trucha de Castagno Suárez) y se reciba con bombos y platillos al "refuerzo estelar"... ¿Crespo? ¿Tévez? ¿Saviola? ¿Cruz? No señores: RODOLFO ARRUABARRENA, que en su presentación debió ser expulsado pero le perdonaron la vida (Lunati se confundió y no se dio cuenta que ya no tiene los colores de Boca en la camiseta).

Por otra parte, en Núñez festejaron a lo grande el triunfo ante Rosario Central. No se dieron cuenta que lo que realmente había que festejar era que Tuzzio y Rios hicieron un gol, hecho que se da tan esporádicamente como un título de Racing.
Para colmo después del gol de Eduardo se terminó el partido... ¿Desmoralización en los visitantes? No, se pinchó la pelota por el cuernazo.

Boquita no jugó porque lo invitaron a la Copa Joan Gamper en Barcelona. Claro, los de Ischia abandonaron toda competencia en serio y tomaron el primer avión en busca de este trofeo que pensaban sumar a las 38 copas barriales que inventaron. Para colmo lo perdieron en tiempo de descuento y con un gol del picapiedras de Puyol, demostrando una vez más que el mote de gallinas a ellos también los pinta a la perfección (y sino, remitirse a la definición del Apertura 2006).

¿Y qué decir de Estudiantes? Muchos refuerzos, mucho orden institucional, pero... muchachos: tienen a Sensini en el banco, que sabe de fútbol lo que Bilardo sabe de medicina. Seamos justos: encima sin Johan Sebastian en la cancha no tienen el apoyo incondicional de los hombres de negro, así que hay que rezar por su vuelta a las canchas... ¿Qué está lesionado? No seamos ingenuos, está de vacaciones en Hawaii, donde ahi si puede ir a tirar los corners caminando, arriba de un carrito de golf o como se le de la gana sin la injusticia de que después lo acusen de vendido.

Ahora, no vengan con que Independiente y San Lorenzo son candidatos. Los de Borghi juegan aun peor que Racing y se creen que pueden pelear algo, y el equipo copero de Boedo se bajó de la lucha cuando contrató a Miguel Angel Russo (mirá que hay que ser tonto para pensar que ganó él la Libertadores).

¿El resto? No vale la pena profundizar. Vélez cree que es grande y pierde 4-1 con un equipo de ¡Gorosito!, Racing cree que puede zafar del descenso eternamente y encima con el cabeza de rodilla llorona de Llop en el banco.
Sinceramente, muchachos, este torneo es una risa...


Momento de hablar de los representantes argentinos en Beijing. ¿Ah, la única medalla la ganó un duende más bajo que el promedio de Racing? Venimos bárbaro. Y sino miren el tenis: Nalbi se preparó durante meses sin jugar un solo torneo para llegar a punto y pierde con un francés más feo que Patiño. Se ve que en el recreo anduvo degustando diversas marcas de alfajores.
Hay que apostar todo al fútbol, no queda otra: los Checho's boys ganaron sufriendo frente a la resaca holandesa (llevó a ex-jugadores como Makaay y Sibon) y encima se ilusionan. No se dan cuenta que con el rolito de Riquelme en la conducción y el Kun en la definición, marcharon (parece que el suegro lo está llevando por el buen camino y le hizo probar de la buena). Ahora ven la verdeamarelha y se hacen popó encima.