“Cada vez más, los 90 minutos de juego son una anécdota”

| jueves, julio 31, 2008


En el relanzamiento de “Fútbol y algo más” tuvimos el honor de entrevistar a Daniel Arcucci, co-columnista de “90 minutos fútbol” y secretario de redacción de la revista deportiva del prestigioso diario “La Nación”. Miembro de una nueva raza, su concepción del periodismo va más allá del dato y busca el equilibrio entre informar y entretener sin perder el objetivo. Magíster dixit…

- ¿Cómo es trabajar para uno de los diarios más importantes del país (La Nación)?
- Es fantástico. La Nación da, sobre todas las cosas, una gran libertad para trabajar, sin ningún tipo de condicionamientos. Y eso es lo esencial: en los 11 años que llevo en el diario he aprovechado y he disfrutado de esa independencia, lo que nos ha permitido intentar hacer un buen periodismo. En más de una década hemos tratado de posicionar a La Nación Deportiva como un suplemento de referencia, como un diario dentro del diario. Y algunas cosas hemos logrado.

- Contános tus inicios en la profesión
- Empecé en el diario Tiempo Argentino, en abril de 1983. Estaba estudiando, en segundo año del Círculo de Periodistas Deportivos, cuando desde ese diario solicitaron colaboradores para cubrir el rugby. Por esos tiempos, yo estaba dudando en quedarme en Buenos Aires y seguir estudiando: tenía muchas ganas de volverme a mi pueblo, Puan, o por lo menos a estudiar más cerca de allí, en Bahia Blanca. Pero, unos días antes, un viejo periodista que daba clases, Villita, nos había dicho que los periodistas no debíamos resignar ninguna oportunidad de trabajar. Yo no sabía mucho de rugby pero, pensando en ese consejo, decidí aceptar. Y empecé.

- ¿Cómo te diste cuenta que querías ser periodista deportivo?
- Después de ver un partido de fútbol, tuve la certeza de que no me quería quedar con las sensaciones para mí solo. Que debía compartirlas, contarlas. Y eso es esencialmente hacer periodismo, para mí: contar, contar sensaciones, contar historias. Después, el periodismo se enriquece con todo lo demás: investigaciones, opiniones, análisis. Pero esencialmente es aquello. Fue, me acuerdo, un partido en La Bombonera, entre Boca e Instituto, a principios de los 80. No era ni soy hincha de Boca, iba a ver partidos cada vez que viajaba desde mi pueblo, cualquier partido, pero evidentemente en aquel pasaron cosas que sentí que valía la pena contar. Y me decidí. Dos años después me vine a Buenos Aires a estudiar periodismo.

- ¿Cómo ves al momento que pasa el periodismo deportivo argentino en la actualidad? ¿Hay cantidad o calidad?
- La cantidad hace que se diluya la calidad, que en muchos casos ha mejorado respecto de generaciones anteriores. Que estén dispuestos a dilapidar su formación, prestándose a payasadas, es un cosa; pero hay universidades y escuelas que forman más y mejor, además de tecnologías -y manejo de ella- que ofrecen más posibilidades. Quizás el problema sea que hablamos demasiado. De fútbol, por ejemplo. Con tanto tiempo al aire, con tanto papel a disposición, es casi imposible no decir una tontería, una obviedad, una incoherencia

Sin poder eludir las preguntas de rigor, le consultamos sobre el fenómeno de los Blogs y como siente que influyen en el periodismo profesional…

Los visito asiduamente. Lo primero que hago en la computadora de mi casa o en la computadora del diario, apenas llego, es abrir mi mail, abrir los sitios de los diarios principales y abrir mi Blogsline, donde tengo agendados unos 30 blogs. Durante el día los consulto asiduamente. Soy de los que piensan que los blogs no son una amenaza para el periodismo tradicional. Y no soy de los que piensan que los blogs son una boludez. Con esto quiero decir que no sólo la convivencia es posible, sino el crecimiento, el enriquecimiento. Por decirlo en términos de estos tiempos: esto es viral. Creo que hay cosas que se publican en los blogs que jamás podrían publicarse en un medio tradicional, pero no por miedo o por condicionamientos, sino por responsabilidad, por temática, por interés, por concepto. También hay cosas que se publican en los medios tradicionales que jamás se publicarían en un blog, pero más que nada por formato, por extensión o por cosas no tan trascendentes. Como he dicho muchas veces, los blogs -y sus respectivos comentarios- comprometen a una evolución necesaria a los medios tradicionales, en busca de diferenciación y de excelencia, pero también asustan -a veces- por su falta de rigor y su soberbia.

- ¿Cómo ves la salida prematura de jóvenes jugadores que, aún sin experiencia en sus clubes, usan artilugios legales para pegar el salto al exterior?
- Es un cambio lamentablemente inevitable, una nueva exigencia que se le pone a un fútbol como el argentino, cada vez más acosado. No es lo peor: dentro de unos años, nos acostumbraremos a ver en grandes clubes europeos a argentinos que se han ido de aquí chicos y desconocidos. Es la nueva operatoria para captar talentos, a menos costo y sin riesgo de nacionalidad.

- ¿Por qué el mercado de pases del fútbol argentino se ha encarecido tanto?
- Como en todo, sigue a la cola del mundo. Proporcionalmente, se ha encarecido tanto como los grandes mercados. De sólo pensar que Burruchaga, campeón de América con Independiente, en pleno apogeo, fue vendido a Europa en US$ 530.000.- o que el mejor contrato que Maradona firmó en su vida hoy lo firma cualquier jugador de un equipo con pretensiones de Europa, da la pauta de como ha cambiado todo. En este aspecto, todos los clubes argentinos tendrían que tomar como modelo a Boca, que se hace fuerte en la cotización de sus jugadores.

- ¿Qué opinás del nuevo rol fundamental que ocupa el mercado en el mundo del fútbol actualmente? ¿Han pasado los futbolistas a ser meros productos del nuevo sistema?
- Se parecen bastante. Cada vez más, los 90 minutos de juego son una anécdota. Se moviliza más antes y después que durante. Ya lo dijo el director del diario As, de Madrid: se venden más diarios en el período de compra / venta de jugadores que durante el torneo. El caso Messi reúne parte de todas esas cuestiones: es un futbolista vital para un equipo poderoso, pero además es una constante cara del marketing. Creo, también, y eso es para peor, que con la cantidad y la calidad también ha crecido la corrupción, más o menos encubierta, más o menos conciente.

Arcucci cubrió 6 mundiales y 5 eliminatorias entre otros eventos internacionales de primer nivel, publicó 9 libros, colaboró en diarios y revistas de Francia, Brasil, Colombia, Italia, España sólo para mencionar algunos de los pergaminos de este prolífero periodista. También es hombre de valía en la renovación de la revista deportiva de “La Nación”…

- ¿Qué opinión te merece la gestión Grondona al mando del fútbol argentino desde hace ya 29 años? ¿Debería haber una renovación?
- La permanencia no es sinónimo de coherencia ni de efectividad. Que haya estado tanto tiempo, habla tan mal de él como de quienes no supieron oponérsele. Como en tantas otras actividades del país, las cosas buenas que haya hecho quedan opacadas por las que ha hecho mal, por el clientelismo, por una AFA rica con clubes pobres, por contratos incomprensibles. En muchos aspectos, la AFA parece detenida en el tiempo. Pero no veo tan claro quien pueda renovarla.

- ¿Cómo ves a la Selección Argentina de cara a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008?
- Bien, pero con la cautela que siempre supone la historia reciente: todos nos vamos cansando un poco de planteles llenos de grandes nombres que nunca llegan a ser un gran equipo.

- ¿Qué jugador pensás que puede ser el que le dé el salto de calidad a la albiceleste desde la salida de Diego Armando Maradona?
- Tenía muchas esperanzas en Messi. Quiero tenerlas todavía. Me encantaría escucharlo.

- ¿Por qué la Selección no ha conseguido ningún título significativo en los últimos años?
- El síndrome post maradoniano ha sido traumático, como lo fue para Brasil el post Pelé. Se cumplen 24 años del último título en 2010, igual que desde México 70 hasta EE.UU. 94. Ojalá pase lo mismo. Por lo demás, creo que en cada ciclo se ha buscado oponerse al otro: a Bilardo, se le buscó oponer la contracara de Basile; a las libertades de Basile, se le opuso la rigidez de Passarella; a la rigidez de Passarella, se le opuso el paternalismo de Pekerman, que llegó con Bielsa; al cientificismo de Bielsa, volvió a oponérsele las libertades de Basile... Un poco esquizofrénico, todo. Confío en la nueva generación de conductores, que ha tomado un poco de todos y tienen estilo propio: los Simeone, los Cagna, los Mohamed.

- ¿La violencia en el fútbol responde a cuestiones sociales, culturales o políticas? ¿Puede erradicarse definitivamente de las canchas del fútbol argentino?
- Detesto a la gente del fútbol que se excusa de la violencia en las canchas diciendo que es social. Lo que las une, en todo caso, son dos cosas: la connivencia y la falta de aplicación de las leyes. El día que los dirigentes no usen a los barras y que las leyes se apliquen, la violencia mermará, se apaciguará, se irá apagando. No me animo a decir que nada será erradicado definitivamente. Y mucho menos en la Argentina.