¿Passarella reloaded?

| viernes, mayo 09, 2008


Al finalizar el partido en la noche de ayer, en virtud del cual River quedó eliminado de la Copa Santander Libertadores a manos del San Lorenzo de Ramón, en un partido increíble (quedará en la historia, sin dudas) con 2 jugadores más y la clasificación en el bolsillo, me quedé estupefacto ante una reacción de uno de los protagonistas del partido.

Habían pasado varios minutos desde la finalización del partido cuando por la puerta que da al sector de conferencia de prensa asomó la figura de Diego Simeone. Como un fantasma, entró, se sentó en la silla, y luego de que se escuchasen varias preguntas en el aire, él se limitó a decir que "asumía toda la responsabilidad por la derrota y estos 3 partidos en general" y que "correspondía salir a hablar porque no lo hice luego de la derrota con Boca". Sin mucho más, y con una cara de apesadumbrado que pocos podremos olvidar, el ex Racing se levantó, se dirigió a la puerta, y no se lo volvió a ver.

Sin ser ni fundamentalistas del éxito ni exitistas en sí: ¿a quién nos hace acordar? ¿Cuál fue el último DT de River que, sin aceptar preguntas de la prensa, salió a decir unas palabras que luego condenaron su futuro riverplatense al mando del equipo? Sí, acertó señor lector: Daniel Alberto Passarella. En aquella conferencia de prensa épica, donde el alguna vez caudillo hipotecó su continuidad en el club ¿de sus amores? se reflejó lo que pasó ayer con Simeone. ¿Por qué digo esto? Por mucho tiempo este partido va a ser recordado como una de las gallineadas más grandes del Siglo XXI. Dos hombres más, dos goles arriba, los jugadores del equipo rival a punto de irse expulsados en fila; sin embargo, nada de esto valió, porque enfrente estaba Ramón Díaz. El conjunto de River gallineó (nunca mejor utilizado este verbo made in Argentina) y perdió la clasificación. Es algo que a los hinchas de River les va a quedar como una marca en el corazón, y que los demás hinchas del fútbol argentino le van a recordar por mucho tiempo. Para colmo, la comparación con Boca es casi inevitable: ver como de un lado un equipo como el xeneixe se saca de encima sin problemas, y en un tiempo, a un rival de temer como el Cruzeiro, en Brasil (hasta Palacio metió un gol!) y del otro lado a un River que tenía todo servido, pero no lo logró.

Sin exagerar, me parece que es el fin de Aguilar...