La injusticia hecha carne

| domingo, mayo 11, 2008


En el día de ayer, Racing empató, tibiamente, ante Argentinos Juniors, como local, por 1-1. Más allá de este detalle, el tópico de este escrito apunta a otro lado, y es el lado de la memoria y la injusticia.

No hace mucho tiempo, Maxi Moralez fue vendido a Rusia (quién sabe a qué equipo, si lo único que simbolizan son la plata, y la pérdida de ideales futbolísticos) bajo el gran pesar del por entonces técnico de la Academia, Gustavo Costas, que veía irse sus ideales de "campeonato" (por cierto, bastantes ilógicos) detrás de un fangote de dinero. Sin embargo, la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, y Maxi volvió un día, a esa Avellaneda de sus amores, para intentar salvar a Racing del descenso. Semanas antes de que la vuelta del "Enano" hubiese sido confirmada, desde el entorno de Racing (empezando por el propio DT en ese entonces, Miguel Angel Micó, que se jactaba de "saber llevar a los chicos") comenzaron a cargar sobre la mochila de Moralez un peso difícil de absorber para un jugador extremadamente joven. En los medios, las únicas noticias sobre Racing se basaban en él y en lo "diferente que era" (palabras de Micó) algo que seguramente ayudaría y con creces a salvar a Racing del descenso. Por poco, no se le aplicaba el mote de "salvador" a un chico, que tuvo como único pecado jugar bien al fútbol. La cuestión es que este chico (que no es más que eso) volvió a Argentina, sólo para sufrir parece. Después de varios partidos en bajo nivel, y de que esto siguiese, en el día de ayer se escucharon insultos para un pibe que dejó siempre la vida por Racing, más allá de algún interés económico lógico que quiso cubrir (quién no lo quiere) y después de rechazar jugosas ofertas económicas que ofrecía, por ejemplo, un club financieramente en su esplendor como Vélez Sarsfield, sólo para ayudar a su Racing a salir del descenso. Uno no espera que la gente aplauda a rabiar cuando jugadores del talento de Maxi no lo expresan dentro del campo de juego, pero tampoco puede tolerar que luego de aclamarlo tanto tiempo, cuando las papas queman y TODOS los jugadores de Racing son un DESASTRE (Chatruc, Bastía, Sánchez, Sosa, Mercado, Sava, Avalos, el ex jugador Estévez, ¿como se puede jugar al fútbol con esto?) se critique siempre al talentoso. Porque se ve clarito que, si Bastía mete, se lo ovaciona y se toma su imagen como la imagen del tipo que "pone todo por Racing", pero si Moralez hace un jugadón bárbaro y convierte un golazo, y al partido siguiente juega mal, ya se lo va a empezar a insultar. Algo que pasa en todos lados, es cierto, pero que se potencia con el fantasma del descenso.

A lo que voy es simple: cuando la situación es complicada, es fácil buscar un chivo expiatorio. Los hinchas de Racing deberían estar agradecidos para con Maxi Moralez, que eligió volver a un club destruido como Racing (que ni club es) e intentar ayudarlo; deberían estar agradecidos de que les haya hecho ganar tantos partidos anteriormente, y de tener un jugador de su talento en el plantel. Si Racing juega mal, no es solo culpa de Moralez. Basta de ser intolerantes y cuadrados...