Deja vu

| martes, abril 08, 2008


Constantemente, en el fútbol argentino, pareciera ser que vivimos deja vu´s consecutivos, una y otra vez, a la hora de ver la situación de nuestros jóvenes futbolistas en el exterior. Es sabido que, si un proyecto de jugador profesional se va a formar a otro país, hay muchas chances de que termine jugando para la Selección de esa nación que lo acobijó y lo formó como jugador. Hasta acá, pasa más por una decisión interna del chico que otra cosa. Sin embargo, también tenemos otros casos, que rozan lo ridículo: Croacia viniendo a buscar a Bilos, cuando éste mismo no conocía ni donde quedaba ese país; o viniendo a buscar, se dice, a Cvitanich, de gran presente. No contentos con esto, se conoció un nuevo caso, mediante el diario Olé, de un chico llamado Mauro Icardi, de 15 años recién cumplidos, que luego de jugar en un equipo menor de España como el Vecindario, pasará en 5 meses a jugar al Barcelona, con un contrato por 6 años. Hasta aquí, todo relativamente normal (más allá de que el club sea el Barsa). Sin embargo, la mala noticia viene a continuación: al parecer, al pibe ya lo habrían sondeado de la Selección de España y habría rechazado el ofrecimiento porque quiere jugar para Argentina. Pero ahora se conoció un nuevo ofrecimiento, esta vez de Italia, ya que Mauro tiene pasaporte comunitario, para que juegue en ese Seleccionado en un torneo sub 16 próximo a realizarse. Para colmo, la familia (con razón) presiona para saber si tendrán en cuenta a su hijo (goleador, de 1,77 m) o si tiene que elegir algún otro rumbo.

Esto ya se asemeja DEMASIADO a la época de las colonias, donde los europeos venían a América, sacaban lo que necesitaban y dejaban todo lo demás. Tiene que haber un coto a estas barbaridades de "comprar jugadores" para las Selecciones, con beneficios o dinero. Tiene que haber un límite para que los países de América sean robados sin ningún tipo de tapujos por parte de la FIFA. Cada vez que un jugador argentino o de otro país se destaca, se debe ser extremadamente rápido para convocarlo así los europeos "no se lo llevan". ¿Estamos todos locos?