Champions League: para alquilar balcones

| lunes, abril 21, 2008


La definición de la UEFA Champions League llega a su tramo final y, al mismo tiempo, al más esperado por todos. Cuatro de los equipos más ricos y poderosos del continente en la actualidad buscarán coronarse con la orejona, el trofeo soñado.
Una vez más los creadores del fútbol tendrán, indeclinablemente, un representante en la final del torneo, ya que tres de los cuatro semifinalistas son ingleses. Esto se dará por cuarta temporada consecutiva, debido a que anteriormente el Liverpool en dos oportunidades y el Arsenal en una habían conseguido alcanzar la instancia definitoria, logrando solo un éxito en ella en le temporada 2004/2005 gracias a la histórica victoria de los de Anfield tras ir perdiendo 0-3 y pudiendo vencer en los tiros desde el punto penal.
En cuanto a los enfrentamientos, los datos estadísticos reflejan y posicionan al Liverpool como claro candidato a llevarse la clasificación ante el Chelsea, ya que se han visto las caras en dos de las últimas tres semifinales del torneo. El resultado es contundente: los reds se impusieron en ambas oportunidades (en 2005 por la mínima diferencia luego de un empate en cero y en la pasada temporada gracias a la definición por penales). Si bien el marcador fue ajustado en las dos ocasiones, el conjunto dirigido por el español Rafael Benítez cuenta con una envidiable historia copera y parece haber conseguido ya una gran mística que lo lleva siempre a instancias decisivas de Copa, aun cuando su marcha en el campeonato local no es la mejor. Además, mantiene en sus filas a varios de los jugadores que estuvieron en pasadas definiciones y que tienen la experiencia necesaria para jugar este tipo de encuentros: Reina, Carragher, Xabi Alonso, Gerrard, etc; sumados al fenomenal presente de sus temibles y numerosos delanteros (Torres, Babel, Kuyt, Crouch).
Por su parte, el Chelsea busca su primer éxito en el torneo mientras sigue derrochando millones de euros en contratación de figuras que no terminan de consolidar la conformación de un equipo, ya que el recambio constante no lo permite. Los blues esperan con ansias de revancha este partido e intentarán desquitarse del que es, hasta hoy, el karma que los atormenta: Liverpool.
Del otro lado, Manchester United y Barcelona prometen un duelo inolvidable que tendrá en el equipo español al único conjunto no británico en la definición. Los de Rijkaard no vienen para nada bien y llegaron a semifinales a duras penas eliminando con lo justo y necesario al débil Schalke, pero contaran con el retorno del que es hoy su jugador más importante: Lionel Messi. En frente, el afilado y temible Manchester United, candidato a pasar de ronda gracias a la solidez y contundencia expresada en el verde césped en lo que va del año. La figura de Cristiano Ronaldo no es para obviar: el portugués es una máquina de hacer y crear goles y es la máxima preocupación de los catalanes, quienes intentarán pararlo utilizando marcaje personal.
La última vez que se enfrentaron fue hace nueve años y los recuerdos son los mejores para los de Alex Ferguson, quienes luego se coronaron con la obtención del trofeo en una de las definiciones más emotivas de la historia, derrotando al Bayern Munich en la final. Sin embargo, el Barcelona nunca cayó ante los Diablos Rojos en el Camp Nou.
Las expectativas están puestas en esta apasionante definición que verá a la orejona una vez más en lo alto envuelta en humo y papeles de colores, siendo parte del festejo de uno de estos cuatro poderosos que ansían por tenerla en sus manos.

Los borrachos del terror

| miércoles, abril 09, 2008


Muchas veces, y debido a los malos resultados, se dice que un equipo pierde dentro del campo de juego pero gana en las tribunas gracias al colorido y el apoyo masivo e incondicional de sus hinchas que acompañan al club de sus amores en las buenas y en las malas.
El caso puntual de River Plate es completamente inverso: el equipo dirigido técnicamente por Diego Simeone lleva un andar envidiable en el torneo Clausura y está a un paso de conseguir la clasificación en la Copa Libertadores, pero hace ya un tiempo considerable, viene sufriendo lo acontecido fuera del verde césped, con la disputa entre las diversas facciones de la barra brava para alcanzar el completo liderazgo de la misma.
Los Borrachos del Tablón” empezaron a aparecer en primeros planos alla por el 2002, cuando llevaron a suspender un Superclásico en Mar del Plata a fuerza de violencia extrema. Pero hubo un hecho que hizo que tomaran mayor trascendencia y fue al año siguiente, cuando se cobraron las vidas de dos hinchas de Newell’s Old Boys en un choque cercano a la ciudad de Lima, en la provincia de Buenos Aires. Ese mismo año protagonizaron otros enfrentamientos frente a otras hinchadas y desaparecieron momentáneamente debido a la intervención –luego nula- de la justicia.
Reaparecieron en el 2005 frente a San Pablo en Brasil, y se coronaron frente a Libertad en Paraguay, teniendo a la policia local en ambos casos contra las cuerdas. Era la barrabrava mejor organizada y más peligrosa del pais, pero los problemas con el reparto de entradas y dinero hizo que la separación comience a coquetear y que los cabecillas tomen su rumbo: por un lado Adrián Rousseau y Gonzalo Acro, por el otro los hermanos Alan y William Schlenker. La denominada “batalla de los quinchos” fue el puntapié inicial para una odisea que parece no tener fin. Ahí fue cuando salieron a la luz las relaciones entre barrabravas y dirigentes, ya que los primeros eran empleados del club y tenían un sueldo fijo muchísimo mayor al declarado por el presidente José María Aguilar.
Luego, la muerte de Gonzalo Acro, un caso aún no esclarecido, y el “re-bautizamiento” de la barra como La banda de Gonzalo. Otra vez parecían calmarse las aguas, pero la aparición de la denominada “Barra del Oeste” hizo que el clima de tensión aumente y se profundice.
En el partido frente a Arsenal se vivió una nueva gresca, un nuevo capítulo de esta interminable batalla que parece no tener un fin si no se toman las medidas justas y necesarias.
Los del oeste, que hacía varios encuentros que no iban, llegaron temprano a la cancha de Vélez, donde RIver se mediría con Arsenal. Se ubicaron en el centro de la popular, indicando las claras intenciones de adueñarse del liderazgo, pero la vieja barra liderada por Rousseau, se enteró de lo acontecido, se preparó e irrumpió ingresando por otro acceso provocando una batahola infernal que dejó como saldo varios heridos y detenidos. Uno de ellos fue Amadeo Bellino, de la barra del Oeste, quién terminó con varias costillas rotas, pómulos fracturados y el tabique destrozado. ¿La policia? Un espectador de lujo.
Luego, Amadeo declaró haber conseguido la entrada el día del partido en cancha de Vélez cuando estas eran anticipadas y negó haber reconocido a sus agresores, ¿por qué tanto encubrimiento?
También, dentro de la pelea se encontró al hermano del dirigente Hugo Slipak, que aseguró no tener conocimiento de este suceso. Pero la gente dijo basta. Los hinchas de River, los verdaderos hinchas de River, repudiaron por primera vez la actitud de los violentos. Silbidos y cánticos alusivos hicieron saber su posición ante esta gente. Ahora solo falta que los responsables de controlar esta barbarie interminable actúen, para no tener que lamentar mas víctimas ni hechos de violencia que manchan cada vez más a la inocente pelota.

Deja vu

| martes, abril 08, 2008


Constantemente, en el fútbol argentino, pareciera ser que vivimos deja vu´s consecutivos, una y otra vez, a la hora de ver la situación de nuestros jóvenes futbolistas en el exterior. Es sabido que, si un proyecto de jugador profesional se va a formar a otro país, hay muchas chances de que termine jugando para la Selección de esa nación que lo acobijó y lo formó como jugador. Hasta acá, pasa más por una decisión interna del chico que otra cosa. Sin embargo, también tenemos otros casos, que rozan lo ridículo: Croacia viniendo a buscar a Bilos, cuando éste mismo no conocía ni donde quedaba ese país; o viniendo a buscar, se dice, a Cvitanich, de gran presente. No contentos con esto, se conoció un nuevo caso, mediante el diario Olé, de un chico llamado Mauro Icardi, de 15 años recién cumplidos, que luego de jugar en un equipo menor de España como el Vecindario, pasará en 5 meses a jugar al Barcelona, con un contrato por 6 años. Hasta aquí, todo relativamente normal (más allá de que el club sea el Barsa). Sin embargo, la mala noticia viene a continuación: al parecer, al pibe ya lo habrían sondeado de la Selección de España y habría rechazado el ofrecimiento porque quiere jugar para Argentina. Pero ahora se conoció un nuevo ofrecimiento, esta vez de Italia, ya que Mauro tiene pasaporte comunitario, para que juegue en ese Seleccionado en un torneo sub 16 próximo a realizarse. Para colmo, la familia (con razón) presiona para saber si tendrán en cuenta a su hijo (goleador, de 1,77 m) o si tiene que elegir algún otro rumbo.

Esto ya se asemeja DEMASIADO a la época de las colonias, donde los europeos venían a América, sacaban lo que necesitaban y dejaban todo lo demás. Tiene que haber un coto a estas barbaridades de "comprar jugadores" para las Selecciones, con beneficios o dinero. Tiene que haber un límite para que los países de América sean robados sin ningún tipo de tapujos por parte de la FIFA. Cada vez que un jugador argentino o de otro país se destaca, se debe ser extremadamente rápido para convocarlo así los europeos "no se lo llevan". ¿Estamos todos locos?

La fecha del puntero

| lunes, abril 07, 2008


Se jugó una nueva fecha del fútbol argentino, que dejó como saldo más considerable la asunción de River "Pleit(o)" como el equipo con mayor puntaje en el campeonato. Así es, señores, el equipo del Cholo Simeone, luego de un arranque dubitativo en la Copa y también en el torneo, se acomodó, a base de triunfos, en este campeonato, y desde ayer mira a todos desde arriba.

Vélez 1 - Racing 1: la fecha comenzó con estos dos equipos, urgidos de triunfos, y un partido que fue, más allá de lo mínimamente emocionante en su parte final, embolante por doquier. Ninguno de los dos equipos tuvo la más mínima idea de como jugar al fútbol, y ya es hora de que algunos jugadores miren hacia adentro (?) reflexionen interiormente y cuelguen los botines. No saber parar una pelota o dar un pase de 2 metros es grave, más en Primera. La cuestión es que Racing pudo haberlo ganado, pero se confió y defendió muy cerca de su área. Vélez, en cambio, recién reaccionó en el segundo tiempo, dándose cuenta de las limitaciones que tenía su rival, y lo empató gracias a una linda definición de Facundo Coria. Empate aburrido. Ah, asumió Llop en Racing: ¿lo salvará?

San Martín (SJ) 2 - Huracán 0: partido polémico por donde se lo mire. Si bien el local adoptó en los últimos partidos la postura de "matar o morir", yendo a buscar los partidos (a veces hasta con 3 delanteros) sinceramente creo que este partido no lo mereció ganar. Y no lo mereció ganar porque hubo una decisión de Pitana que fue factor fundamental: cuando el partido iba 1-0, el árbitro del encuentro no sanciona un claro penal a favor de los quemeros, y de esa jugada viene el segundo gol sanjuanino que liquida el encuentro. ¿Como puede sentirse uno después de esto, si es jugador, técnico o hincha de Huracán? De ahí en más fue un despiole (?) y Quiroz se aprovechó de eso.

Arsenal 0 - Estudiantes (LP) 0: partido semi bodrio, donde lo más destacado fueron las declaraciones con bronca, furia y resentimiento del cuerpo técnico y también de los jugadores del club pincha, quienes se quejaron de haber jugado menos de 72 hs después de haberlo hecho por la Copa Libertadores. Sonó a excusa ya que podrían haber puesto suplentes, que los tiene y de gran calidad. Igual mereció ganar el partido.

Central 0 - Newells 1: clásico VIBRANTE de la mano de la pasión y el furor que le ponen los rosarinos al segundo clásico más importante de la Argentina, y también, por qué no, del tribunerismo de todos los días de Caruso Lombardi. Con frases del estilo "hoy era un hincha más, no era técnico" emitidas por el técnico, y de algunas de jugadores de Newells como Ré "nosotros lo jugamos como una final, y a ellos no se los escuchó en todo el partido" el partido tuvo todo. Si bien técnicamente fue feo, como todo clásico rosarino, fue impresionante el marco y, salvo algún conflicto en la entrada de los comegatos (?) de Ñuls, no hubo violencia.

Boca 1 - Banfield 1: cada vez que Boca no gana en la Bombonera, es un drama para el periodismo argentino, y esta no fue la excepción. Si bien Boca empezó en desventaja y recién luego de varios intentos pudo empatar, se vió que podría haberlo ganado, pero no lo hizo. Por otro lado, hubo un claro penal a Cvitanich no cobrado por el árbitro (se cree que el referee le habría dicho al jugador de Banfield "qué queré´ vo´, toy en la Bombonera papi" (?)).

Independiente 1 - Colón 3: clima caldeado en el Cilindro de Avellaneda, donde los dirigidos por el motivador number one (después de Caruso (?)) el "Turco" Mohamed, derrotaron claramente a los Pepe´s boys y estiraron la agonía del público de Avellaneda. ¿A mí me parece, o los hinchas del Rojo andan muy exitistas? (?)

Gimnasia 4 - Olimpo 2: otro partido donde se vió el pésimo nivel de la terna arbitral. Para destacar: en una jugada donde se debió haber expulsado al uruguayo Alonso por estamparle el codo en la cara a Insaurralde (era la marca de Alonso en las pelotas quietas) y sacarlo de la cancha para que lo atiendan, la misma continuó, viendo a Alonso marcar un gol de cabeza, al estar libre y sin marca (y claro, si al pobre Insaurralde le estaban intentando acomodar la nariz (?)). Horrores arbitrales que atentan contra el fútbol.

Argentinos 1 - Gimnasia de Jujuy 1: un derroche de fútbol. Salvo Niell, y el pibito (?) que entró en Gimnasia y la embocó, un bodrio.

Lanús 0 - River 1: ganó River, nuevamente, y ya no es novedad. Sin embargo, tampoco es novedad que la "Choloneta" gane pero no convenza, y tampoco es novedad que haya llegado a la punta del campeonato. Habrá que ver si puede mantenerla. Por el lado de los de Cabrero, se nota que las lesiones y el trajín de la Copa los afecta, y poner al mismo equipo que empató el otro día por Copa ante Estudiantes no sé si fue la mejor decisión.

Tigre 1 - San Lorenzo 5: sin dudas el partido de la fecha. Los dirigidos por Ramao dieron un festín, no de fútbol, sino de efectividad, y de "cómo aprovechar al 100% los horrores del rival". Con una pésima actuación de sus defensores, Tigre perdió un partido con un resultado abultado pero que a su técnico, Diego Cagna, no lo preocupa. Razones no le faltan: el campañón de Tigre es impresionante, y no se ve opacado por una goleada en contra. San Lorenzo, por su parte, cosechó el 5to triunfo al hilo. ¿Qué tul?

El partido del año: Grana 3 - Pincha 3

| miércoles, abril 02, 2008


Gente, me veo movido (?) interiormente para realizar un post como el que sigue a continuación. Hacía AÑOS que un partido de 2 equipos para con los cuales no tengo ni adversión ni cariño no me movilizaba tanto como el de hoy. Fue increíble la emotividad del partido que acaba de empatar entre Lanús y Estudiantes, 3-3, por la Copa Libertadores. Creo que desde el partido definitorio entre Boca y Estudiantes no se veía tanto nerviosismo, tanta adrenalina y tanta pasión adentro de un campo de juego. Y no exagero, sino, vean.

El partido estaba dado, desde el vamos, para ser uno memorable. Estudiantes y Lanús venían con un puntaje tal que, de ganar alguno de los dos, se clasificaba automáticamente. El campeón del último torneo contra un campeón pasado. El full atack de Sensini contra el full atack de Cabrero. El más obligado de los dos, sin dudas, y a priori, era Lanús, por su localía y porque recuperaba a varias de sus figuras (Valeri, Sand, etc). Sin embargo, poco importó.

Comienzo del encuentro, y lo cierto es que no se jugaba bien. El mediocampo era una zona tan liberada como la tribuna de River el otro día, y las defensas de ambos equipos tenían algunas complicaciones. A raíz de esto, y luego de un muy buen pase de Fritzler abriendo la cancha hacia la izquierda, llegó el centro para Sand que, alevosamente y sin ningún tipo de tapujo, atajó la pelota con ambos brazos, la bajó y le pegó fuerte y arriba. Protestas y más protestas (justificadas) por parte de todo el plantel de Estudiantes, y alegría para el Sur. Lanús se ponía 1-0. A partir del gol, Lanús comenzó a manejar un poco mejor la pelota, y se agrandó. Valeri la tenía constantemente, y Sand pivoteaba en gran nivel. Como por arte de magia, el partido se abrió un poco, y de una jugada bastante confusa, donde Acosta gana en lo alto y sale como una liebre por derecha para meter el pase al centro del área, la pelota queda boyando en el área chica, Angeleri se duerme y Valeri aparece por detrás empujándola para decretar el 2-0 granate. Más fiesta, más delirio, más satisfacción por el sur, que veían a la clasificación casi en el bolsillo. Sin embargo, Estudiantes es Estudiantes, con o sin Verón. Y porque es Estudiantes, llegó al empate. Primero, con un GRAN tiro libre del jugador clave de este equipo platense, Leandro Benítez: su pegada abre y gana partidos. De un córner magistralmente ejecutado por el ex Olimpo llegó el primer gol pincha, porque Desábato la fue a buscar arriba y cabeceó bárbaro. Y a continuación, casi sin dar respiro, otra vez, Leandro Benítez, con un tiro libre espectacular, marcó el empate. Parecía que ya estaba todo dicho...pero no. Antes de finalizar este primer tiempo, Alayes innecesariamente sumó su segunda amarilla y se fue expulsado. Para colmo, Piatti ya se había ido reemplazado por Galván por lesión. Muchos problemas para Sensini.

En el segundo tiempo, Sensini planteó el partido en campo propio, esperando alguna contra salvadora de Galván o de Lázzaro. Sin embargo, el gigante ex Tigre debió salir lesionado por un codazo artero del mala leche Hoyos. Por él entró Maggiolo (tuvo un buen desempeño). Si bien Lanús intentó atacar al Pincha, no tuvo demasiado "picante" para hacerlo, por lo cual el que pegó primero fue el más vivo: Estudiantes. En una jugada denominada "aguantá y pasá" (?) los platenses se fueron acercando de a poquito al área rival y, cuando pudo, Moreno sacó el zurdazo que se clavó abajo, donde Bossio no pudo llegar. Con un hombre menos, Estudiantes se ponía arriba, y se clasificaba. A partir de acá, fue un monólogo de los chicos de Cabrero, que fueron y fueron, y fueron un poquito más, pero sin demasiado ímpetu. No se vió un equipo arrollador adelante, que quería pasar por arriba al rival. Quizá por esto no llegó al empate hasta recién pasados los 30 del segundo tiempo, donde Sand pivoteó, aguantó y sacó el pase entre líneas para Acosta (habilitó Moreno, devenido en lateral derecho por ese entonces) quien definió cruzado. Era el 3-3. Cuando parecía que no habían más piernas, vino la frutilla del postre. Primero, Hoyos, luego de su tercer codazo en todo el partido, se fue expulsado por intentar pegarle a Maggiolo. Y luego, en una de las últimas, Sand habilitó bien a Acosta, quien hizo la diagonal y fue derrumbado por Andújar (¿fue derrumbado?). Momento clave: 92 minutos, y Sand delante de la pelota. Sus recuerdos más oscuros en River lo abrumaban (?). Y fue aquí cuando el ex riverplatense pateó al medio, dió rebote Andújar y, con todo el tiempo del mundo, el correntino le pegó CON LA CANILLERA para que, con mucha suerte, Andújar tapara nuevamente. No hubo tiempo para más. 3-3.

La verdad, me tomé el trabajo de resumirlo porque fue un partido épico. Los dos se la jugaron, los dos aguantaron, los dos intentaron, y salió un partido bárbaro, sin ser bueno en lo táctico, pero si espectacular en lo emotivo. Para un cuadrito.

La guerra de las marcas

| martes, abril 01, 2008


Cuando la pelota empieza a rodar por el verde césped, pareciera que lo único que importa en el fútbol es conseguir el resultado frente al enemigo de turno. En las tribunas, en los bares, en las casas, los corazones de los miles de espectadores se aceleran hasta llegar a velocidades inimaginadas. La transpiración de aquellos hinchas que protagonizan su partido más importante se acentua, quizás aun más que la de los propios jugadores.
Pero los caños, los tacos, las rabonas y los partidos por el honor ya no están solos en el mundo futbolístico. Todo lo contrario: forman parte de una gran familia y van perdiendo cada vez más protagonismo ante las afiladas garras del negocio. Ya lo dijo el maestro Roberto Fontanarrosa tiempo atrás: “El amor del hincha es lo único amateur que queda en el fútbol, ahora centro de una comercialización absoluta”.
Las empresas de indumentaria deportiva ven como una mina de oro al deporte más popular del mundo, y se abalanzan en busca de la mayor tajada de esta torta que parece ser, efectivamente, una fuente inagotable de ganancias para aquellos que se interesan solo en la parte económica y dejan de lado el aspecto pasional, haciendo que las palabras de Fontanarrosa describan perfectamente este fenómeno. Por ello es que hace un tiempo se ha instaurado dentro de lo que ya es un mundo aparte dentro del fútbol, el del negocio, la denominada “Guerra de las marcas”. Si bien no se utilizan ametralladoras, tanques o armas de destrucción masiva; la disputa por atraer la mayor cantidad de patrocinados del mayor nivel posible (ya sean equipos, jugadores u otros) se ha convertido en un torneo aparte, en el que los máximos candidatos a llevarse el título casi siempre son los mismos: Adidas y Nike.
En los últimos años, la marca alemana ha alcanzado el liderazgo dentro de la venta de artículos deportivos de fútbol, pero se ve superada en lo que al conjunto del negocio se refiere, ya que Nike es la que domina este sector del mercado.
En el último mundial disputado en Alemania, Adidas ha tenido la ventaja de ser el dueño de casa y le puso su logo de tres líneas a la pelota oficial, uniformes de árbitros, vallas dentro y fuera del estadio y hasta los derechos exclusivos de publicidad con las cadenas ABC y ESPN, bloqueando a Nike de manera efectiva. El pelo en la sopa fue la menor cantidad de equipos patrocinados en relación con la marca estadounidense (6 contra 8), pero esto no le ha impedido ganar la batalla con holgura.
Actualmente, los principales conflictos están relacionados directamente con las principales estrellas y selecciones. Nike sufrió dos golpes duros en el último tiempo: el primero tiene que ver con Thierry Henry, quien aceptó un jugoso contrato ofrecido por Reebok. ¿Qué tiene que ver Reebok en esta disputa? La segunda marca estadounidense fue adquirida por Adidas en 3.100 millones de euros.
Y si la irritación de Nike era mucha, no hay palabras en el alfabeto para describir la ira interior presente en los responsables de dicha marca cuando la noticia de que una de las máximas estrellas del mundillo futbolístico como Lionel Messi había pasado sin escalas al clásico rival. Pero el último gran batacazo lo dio Nike, al ofrecer la histórica suma de 470 millones de euros para vestir a la selección francesa. Y como era de esperar, los galos no pudieron contener la tentación y se abalanzaron sobre las lapiceras para firmar cuanto antes tan jugoso contrato.
Habrá que ver como sigue esta historia de engaños y desengaños. Una guerra táctica que es vigilada constantemente por radares que procesan información permanentemente y avisan cada paso dado por el contrario para activar la respuesta inmediata.
Hecho por Gabinho