¿Cabaret reloaded?

| jueves, enero 17, 2008


Uno se detiene por un momento a mirar las incorporaciones que hicieron los clubes argentinos en este receso, y sin dudas el que más salió beneficiado fue Boca Juniors, que trajo nada más ni nada menos que a 3 grandes jugadores como Juan Román Riquelme, Lucas Castromán, y el paraguayo Cáceres. Tipos que han logrado destacarse en diferentes clubes (Román en Boca, Castromán en Vélez y Lazio, y Cáceres en River, paradójicamente) y que, por h o por b, no tuvieron suerte en Europa. Sin embargo, y viendo las personalidades de cada uno: ¿Boca hizo un buen negocio?.

Por un lado tenemos a un JRR que de por sí, en los últimos tiempos, se ha convertido en una noticia constante: dejó la Selección, volvió a la Selección en situaciones poco claras (es decir, sin jugar en su club, algo a lo que Alfio Basile teóricamente "se oponía") tuvo buenas campañas con el Villarreal, se peleó con el DT y el presidente, volvió a Boca, salió campeón de la Libertadores, volvió a irse, y volvió a volver (?). En fin, tipo polémico como pocos, amado u odiado, se sabe que tiene una injerencia muy importante en el plantel de Boca, como referente, y también con el valor que le da la inversión desproporcionada que ha hecho el club de la Ribera al traerlo (algo a lo que Macri se oponía, y que Pompilio llevó adelante). Imaginemos el choque de personalidades con tipos como Castromán (que luego veremos, no es un nene de pecho) o mismo con el DT de Boca Juniors, Carlos Ischia (en este último caso, es claro quien sale perdiendo).

Por otro lado, tenemos a un Lucas Martín Castromán que supo destacarse en Vélez, el año que debutó y que salió campeón (1998) fue vendido rápidamente a la Lazio, y luego de un paso por el Udinese, recaló nuevamente en Liniers, sacando campeón al Fortín. Luego del campeonato, todas fueron pálidas en cuanto a la historia del lujanense en Vélez: lesiones, peleas con sus compañeros, affaires con mujeres de otros jugadores del plantel, camarillero como pocos, Castromán supo cobrar un sueldo bastante generoso y darse el lujo de no jugar ciertas fechas para "cuidarse" sobre el final del campeonato (no fuese cosa que cuando fuese vendido, no pudiese jugar). Su salida del club que actualmente dirige Hugo Tocalli no fue la mejor, yéndose con los bolsillos llenos pero con el prestigio bastante afectado. A priori, es el candidato número 1 para chocar con la fuerte personalidad de Riquelme, y que no queden dudas: en algún momento va a pasar. Son dos tipos que quieren erigirse como referentes y como tipos experimentados, y, como tales, quieren al plantel "de su lado".

El único que sale mejor parado de este análisis exhaustivo es nada más ni nada menos que un ex River, Cáceres, quien luego de pedir de rodillas la salida a su ex club Tigres, arrivó a Boca con ansias de campeonar (Lavolpe dixit). Si hablamos de caudillos pero de los buenos (no camarilleros) y de tipos con personalidad, Cáceres es uno de ellos. Supo ser figura en un River patético, que quedó afuera de la Libertadores con el humilde Libertad de Paraguay. Muchos lo quisieron, pero finalmente los verdes billetes pudieron con él y terminó en México. El único punto negro en cuanto a algún problemita en la Argentina tuvo que ver con el mafia José María Aguilar, quien, al parecer, no quiso pagarle lo que habían prometido, ni quiso poner la plata para que el guaraní se quedase, y por consiguiente el mismo partió a otros rumbos.

¿Estaremos ante el nuevo cabaret boquense?