El domingo puede ser un gran-ate día

| jueves, noviembre 29, 2007


Hace varios años que el Club Atlético Lanús es uno de los que mejor organizado está en cuanto a lo económico y futbolístico se refiere. Con un grupo dirigencial serio, se comenzó a gestar sueño que hoy es una realidad: el equipo está a (un) punto de conseguir su primer título profesional a nivel local.
Se comenzó apostando fuerte a las inferiores, que fueron creciendo a medida que el club se fue afianzando económicamente debido a que, año tras año, se mantiene la base de los planteles y el recambio que se produce es mínimo. Esto es algo fundamental para la consolidación de un grupo de trabajo y el conocimiento del plantel; para lograr los objetivos planteados y poder alcanzar éxitos deportivos e institucionales.

Un puñado de veces estuvo este añejo equipo sureño en la conversación grande. Se recuerda como una de las chances más nítidas al subcampeonato logrado en el año 1956, cuando el elenco granate terminó detrás del poderosísimo River multicampeón de esa época. Luego en la década del '90 se perfiló como un posible luchador, pero esa esperanza se fue diluyendo con el correr de los partidos.
Pero el segundo puesto conseguido en el campeonato que consagró campeón al Boca de Basile era una señal. Una señal de que este grupo de jóvenes ambiciosos estaba para grandes cosas ya que con tan corta edad, pudieron lograr algo que no era común para Lanús. Posteriormente, con el batacazo en la Bombonera, ratificaron que no se achicaban en las paradas difíciles.
Hoy, a poco de conseguir el logro más importante de su historia, este humilde equipo conducido por Ramón Cabrero, debe visitar nuevamente aquel escenario que lo vio como el malo de la película, al quitarle la posibilidad a Boca Juniors de conseguir su primer tricampeonato. Seguramente querrán repetir la historia de aquella calurosa tarde, aunque hoy los papeles se han invertido: el que llega con tres puntos de ventaja es Lanús, y el que quiere aguar la fiesta y vengarse de aquel fatídico día, es Boca. Parece un film de cine. Los roles se cambiaron exactamente desde todo punto de vista... casualidades, cosas del fútbol.

Por un lado: Pelletieri, Valeri, Acosta, Blanco, Biglieri, Fritzler; entre otros. Por el otro: Bossio, Graieb, Ribonetto, Sand, Velázquez, etc. Una conjugación entre juventud y experiencia que son el equilibrio perfecto que le da a este equipo la posibilidad histórica de llegar a lo que sus hinchas añoran desde hace años, lustros, décadas... Pero no es solo eso, sino también un alto volumen de juego, una simpleza impecable, una movilidad desiquilibrante; pero sobre todo... unas ganas tremendas de quedar para siempre en la historia del granate.