Un choque muy especial

| viernes, octubre 12, 2007


Este sábado, cuando desde las 17.30 hs se enfrenten Argentina y Chile, en el estadio Monumental, un caudal de sensaciones rondarán por el aire. No se tratará solo de un partido entre dos selecciones con poca simpatía recíproca; se tratará de un choque de estilos. Por un lado, Alfio Basile: el gen argentino (?) famoso por la libertad que le da a sus jugadores a la hora de afrontar un partido, y por no andar con "pequeñeces tácticas" a la hora de plantear un encuentro. Su premisa es "que jueguen los que saben". Famoso por su frase "yo a los jugadores los acomodo bien, lo que pasa es que cuando empieza el partido, ellos se empiezan a mover" los equipos de Basile siempre intentaron mostrar un buen juego, pelota a ras del piso y un creador que llevara la batuta. En el caso de mañana, ese creador será Juan Román Riquelme, discutido por muchos, avalado por la mitad más uno (?) que viene sin ritmo futbolístico, y al parecer, esta situación en su club, el Villarreal, se mantendría hasta diciembre. Con un 4-3-1-2 bien marcado, Basile ya aclaró que Riquelme es "imprescindible" en la conferencia de prensa brindada en el día de ayer, y al parecer en la delantera pondrá a dos "bajitos": Messi (de excelente presente en el Barcelona) y Tévez (adorado en el Manchester United). En fin, Basile tiene un estilo espontáneo, improvisado, y más natural, propio de los argentinos. Del otro lado, su antítesis futbolística: Marcelo Bielsa. Tipo obsesivo a puntos nunca vistos (salvo por el Doctor Bilardo) tiene una visión del fútbol opuesta a la que tiene el ex entrenador boquense: para el "Loco", el fútbol es simplemente una repetición de movimientos mecánicos. Cuanto más se practiquen esos movimientos, más probabilidad habrá de ganar. Lo importante en sus planteos es siempre "salir a ganar", sea la cancha que sea, y sea el equipo rival el que sea. Muchas veces criticado por su necedad, Bielsa fue bastardeado y vilipendiado (?) por periodistas e hinchas luego del fracaso del Mundial del 2002, donde se lo hizo responsable en su totalidad "por no haber puesto a Crespo y al Bati juntos" (?). Sin embargo, luego de esa estrepitosa falencia resultadística, el "Loco" se redimió, y cambiando mínimamente su estilo (vale aclarar) logró que Argentina conquistara los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Campeón con Newells y Vélez, Bielsa siempre tuvo un trato distante con los periodistas, quienes, ofendidos (?) porque el DT no transaba y daba notas particulares, siempre intentaron defenestrarlo y "meter el dedo en la llaga", como quien dice.

Será interesante ver el recibimiento a Marcelo Bielsa primero, y en segundo lugar, ver cómo se dará el partido. La premisa es clara: Bielsa saldrá con su 3-3-1-3 dinámico y de memoria, sin dudas, a atacar a Argentina, y Basile, de la mano de su 4-3-1-2, con el juego cerebral y pensante de Román, intentará hacer lo suyo.