Para Denis la selección (?)

| martes, octubre 02, 2007

Otra vez, y van...

En medio de un torneo caracterizado por la irregularidad, la amalgama del fútbol de ascenso con la primera, la perseverancia física por sobre la estrategia, la maña sobre el talento, los arbitrajes dudosos, los técnicos renunciantes, los estadios semivacíos y la televisación regalada no puede desentonar ciertos habladores con credencial de periodistas. Me refiero a los muchachos que hablan y escriben sobre estadísticas absurdas, presunciones fantásticas y deseos incumplidos cuando no operaciones entre chistes autorefernciales y de grupo que no le interesan a nadie.

Para este sector surgió la pregunta o la afirmación: Denis a la selección (?), basada acaso en el rendimiento que el Tanque está teniendo en el presente Torneo Apertura (lo que equivale a decir, en la mayoría de los últimos diez partidos o en los últimos dos meses). Porque – dicen – Denis está intratable, endemoniado, enrachado, hace goles de todos lados, con o sin Montenegro al lado, amenaza con romper récords, lleva trece goles en diez partidos y está pasando por un momento sinigual.

De la pregunta ¿Denis a la selección? surgen otras: ¿Valida un momento una convocatoria? ¿La validan diez goles? ¿Es la selección un rejunte de ocasión? ¿Es el proceso de la selección una sumatoria de encuentros casuales? Si bien los tiempos de entrenamiento de las selecciones fueron avasallados por los calendarios de la televisión, la publicidad y las copas ¿quiere decir esto que no pueda regirse un equipo de selección bajo una línea definida de juego?

¿Se parece Montenegro a Messi o Tévez? ¿Dejan los mismos espacios la defensa de Olimpo y la de Chile? ¿Es lo mismo golear en un torneo devaluado que embocarle a Paraguay o a Brasil? ¿Pesan igual las camisetas de Independiente y de Argentina? ¿Cuántos partidos internacionales tiene Denis? ¿Sirve Denis al esquema planteado en la selección?

“Si está en racha hay que aprovecharlo”. O sea, según este criterio (?) la selección viene a ser una ópera del oportunismo, cuestión de aprovechar los momentos y las situaciones para supeditar a ello el resto del armado. Y pensar que los ingleses todavía respetan a Menotti por la revolución de 1978.

No hay dudas de que Denis tiene hambre y de que los jugadores con hambre son siempre necesarios. Pero también es cierto que suele darse la proporcionalidad inversa entre hambre y experiencia. Ya hemos visto en otro post (ver) el tema de los proyectos seleccionados a corto, medio y largo plazo. Hemos oído los sutiles conceptos de Basile (no hay tiempo de laburo, no le mientan a la gente). Hemos visto como un largo y excelente proceso no garantiza un buen mundial (2002).

¿Tendremos que aprender a practicar el culto al presente, asimilar el proyecto efímero, donde el azar es una parte tan importante como la motivación, el estado físico, el despertar de un día, la racha y esas cosas del fútbol?