Las once de memoria

| martes, octubre 16, 2007


Dime que función cumples en el equipo, y te diré como jugaste.

Esa debería ser la frase de cabecera de Carlos Tévez. Porque no hay que guiarse por lo que diga el público, no. El público expresa su devoción hacia los genios, y hacia los que “dejan todo” en la cancha. Entonces, si uno se guía por lo que el pueblo opina hay varias funciones necesarias dentro de un equipo que no se cumplirían.

-Calitos la rompió contra los Alemanes en el mundial
-¿Cuántos tiros al arco tiro?
-Cero.
-Ah, un fenómeno.
-Si, pero ¿viste como corrió 30 metros para sacarle la pelota a Lahm?
-Si, lo vi.
-Tiene uno huevos bárbaros.

Esta, creo, es una de las grandes contras en la manera de ver el fútbol que tiene Alfio Basile. En el aspecto ofensivo el propone un juego natural, espontáneo; no le asigna a cada jugador una función específica, le da una total libertad de expresión al jugador en la parte ofensiva del juego.
Lo cual no está mal, siempre y cuando no se pierda de vista cual es la principal función que cada jugador tiene asignada en los papeles.

Esto, no quiere decir que el técnico encasille al jugador en esa única función. Ni tampoco significa que el juego del equipo se vuelva totalmente previsible. Principal no quiere decir única. Lo importante es dejarle en claro al jugador cual es la función que el equipo necesita de el.

Después, todo lo extra que el jugador pueda aportarle al equipo viene muy bien:

-Si Demichelis defiende con poca solidez, pero llega varias veces al gol, no sirve. Ahora, si además de mostrar solidez, llega al gol, bárbaro.

-Lo mismo para Tévez, si corre 30 metros para marcar a un rival, pero no patea al arco en todo el partido tampoco sirve. Por mas que la gente lo aplauda “por los huevos que pone”.

-Riquelme, en la Copa América, llego muchísimo al gol. Pero no manejo el juego del equipo, si dio sus exquisitas asistencias, pero en los 90 minutos no fue el jugador influyente que normalmente es. ¿Incidió en el resultado? Si ¿Incidió en el juego? Poco.

Particularmente, creo que la discusión futbolera es un elemento muy sano. Por eso, siempre me gusta terminar mis artículos planteando una pregunta. En este caso, y siguiendo este razonamiento, me (y les) pregunto: ¿Cuál es la principal función que debiera tener cada jugador del Seleccionado?