La alternativa

| jueves, noviembre 16, 2006


La gran mentira gran del fútbol argentino que le hace tanto mal al mismo desde hace ya demasiados años se va acabando. Al parecer la gente empieza a ver más claro una vez que toca fondo y no antes. Sino no se entienden las medidas adoptadas por la A.F.A. y, en especial, no se entiende la prohibición a los hinchas visitantes de concurrir a los estadios, cuando Raúl Gámez (ex Presidente de Vélez Sarsfield y único opositor "fuerte" al régimen Juliense) hace ya 4 años, presentó su proyecto y fue ridiculizado por gran parte de los dirigentes y del medio periodístico. Al parecer, en este país, lo único que vale es la palabra del gran mafioso Julio Grondona que, desde hace ya muchísimos años, monopoliza el control del Fútbol Argentino y hace sus propios negocios, a costa de la quiebra y del perjuicio de los clubes más humildes. A alguien le cabe alguna duda que esta medida casi plenamente destinada a hacer que la gente vea los partidos (en su gran mayoría) sólo por televisión beneficia justamente a los que manejan ese negocio? A alguien le cabe alguna duda de que, dejando entrar solo a socios y abonados, los únicos no perjudicados (no digo beneficiados porque no lo son tampoco) son Boca y River, con gran cantidad de personas de ese target? En fin, todo esto va a seguir igual hasta que esa persona que año a año fue destruyendo un poquito más el fútbol no esté separada del mismo y no siga contribuyendo a parecernos cada vez más a algunas Ligas devaluadas de fútbol (Ecuador, Perú, Colombia, etc). Basta de un tipo que apaña a los dirigentes relacionados a los barras. Basta a un tipo que vendió a la Selección Argentina de acá a 5 años y se desentendió del problema pero no de la plata que ingresó. Basta de todo eso. Tiene que haber una renovación, sea la persona que sea. Tiene que haber alguien que corte esta hegemonía mafiosa que evita que el fútbol argentino vuelva a ser lo competitivo que era antes y que vuelva a tener el excelente nivel que pudo tener en otras épocas. Basta de todo y basta de Grondona.